Tenía yo todo preparado, “recado de escribir” incluido, que así se decía en tiempos del hombre que llevó el articulismo periodístico a sus más altas cimas, C. González Ruano, ¡maestro de Manuel Alcántara y de Umbral!, les decía que, siguiendo mi costumbre de escribir los ‘obiturios’ en vida del ‘finado’ (a burro muerto, la cebada al rabo), lo tenía todo a punto para dedicarle este escrito a un sabio, Antonio Gala. He dicho un sabio porque así titulan una entrevista que le hiciera Jesús Quintero, a raíz de cuya muerte ha vuelto a la palestra: “Un genio y un sabio, frente a frente”. Dice Julián Marías que la oratoria de Ortega era como un manantial de filosofía. Pues bien, si hubiese escuchado a Antonio Gala entrevistado por Quintero, seguro que no habría dicho un manantial: habría dicho un torrente. De sabiduría. Sí. Nunca en mi vida he visto a un ser del género humano (los ángeles lo hacen muy bien por lo visto: “habla como los ángeles”, se dice) hablar como lo hace Antonio Gala, ...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa