No me digan que no queda bonito el título. Y cinematográfico. “Soy un hombre profundamente enamorado”. Lo dice Pedro de Tarso en su Carta a los Efesios, perdón, a los españoles, o sea, ¡Sanchezpeare in Love! Aunque tampoco hubiese quedado mal “El factor humano”, título de otra película, basada, como saben, en la obra homónima de Graham Greene. Vaya por delante que el autor de la carta nunca fue santo de mi devoción. Tal vez porque a los individuos con desmedido afán de poder, siempre han sido considerados entre las ‘personalidades patológicas’ (consúltese el Farreras): Pedro Sánchez mismamente, el tío que, con tal de no apearse del Falcon, ha puesto a España a los pies de los caballos independentistas, bolivarianos y terroristas. Vayamos con el factor humano. Yo no tengo por qué dudar de su sufrimiento por amor (otra cosa es que me parezca una ridiculez que todo un presidente de gobierno saque a relucir su vida personal, por favor, Pedro), pero bien creo que el detonante de la...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa