Lo dije no ha mucho en estas páginas: el novio de Ayuso nos va traer muchos quebraderos de cabeza. Y no sólo por lo del Maserati de segunda mano: un tío que se compra un Maserati de segunda mano tiene que ser por fuerza un hortera de bolera, por muy alto y muy guapo que sea. La culpa la tuvo Isabel: a quién se le ocurre echarse un novio sin haberle preguntado antes lo que pregunta toda mujer cuando se va a echar novio. “¿Tienes problemas con Hacienda?” Como es natural, ante una moza de tan buen ver, el del Maserati va y se lo oculta (yo hubiese hecho lo mismo). Con lo cual, ya tenemos el lío montado. “Cariño, por qué no me lo dijiste antes”. “Porque me había enamorado de ti y no quería perderte”, y todo eso que se dice. Lo que le hacía falta a los opositores/odiadores de Isabelita: un novio presuntamente defraudador. Lo intentaron en su día con su padre: problemas en un negocio que el hombre tuvo y tal. Lo intentaron con su hermano: algo relacionado con las mascarillas. Lo inten...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa