Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2017

Mánchester y los perdedores

 Sin palabras (nuevas) sobre la masacre de Mánchester. Digan lo que digan, hagan lo que hagan, mientras que una religión premie con el paraíso a los asesinos suicidas, no habrá solución posible (observen la diferencia: según el catecismo escolar, nuestros inofensivos suicidas iban directamente al infierno, que sólo Dios daba y quitaba la vida). Sin palabras, pues. Bueno, salvo la que acaba de usar Donald Trump: perdedores. "No les voy a llamar monstruos, porque a ellos les gustaría esa palabra. Les llamaré perdedores (losers), que eso es lo que son". Qué crueldad, señor Donald. Me imagino el terrible disgusto que tendrán los guerreros del ISIS, o del DAESH, o como se diga. Llorando a moco tendido tienen que andar, abrazados al kalashnikov, los pobres. Aunque me da como la sensación de que el marido de la imponente Melania lo que ha querido decir, según averiguo en un diccionario gordo de inglés, es que son unos derrotados, o vencidos o algo por el estilo. Sin embargo, mis pri...

Banderas

Hoy va la cosa de banderas, no de las banderas españolas aparecidas en las paredes de las calles de Barcelona, que manda huevos que pegar banderas nacionales tenga que ser un problema en una parte de España, en Cataluña, perdón, Catalunya, es que todavía no se me ha pasado la costumbre de cuando leía, ingenuo de mí, las columnas de Vázquez Montalbán, ya saben, el molde de charnego resentido, comunista al que le gustaba la gente rica más que a un tonto una tiza, según recoge Pániker. Hoy, sí, la cosa va de Banderas con mayúscula, Antonio Banderas, o sea. Lo conocí, quiero decir que supe quién era, en la entrevista que, siglos ha, le hiciera Jesús Quintero, más conocido como "El Loco de la Colina", el mejor entrevistador que vieran los tiempos (más tarde, lo he podido confirmar en un reciente programa sobre su vida, recrecido en sabiduría, sencillez y bondad: su comportamiento con las debilidades enólicas de Melany fueron de bonhomía superlativa). Aquella noche de Q...

La unánime alegría en el WOMAD

 La otra noche, me di una vuelta por el WOMAD, el exótico festival de músicas y danzas del mundo que inventase Peter Gabriel, allá por los felices 80 (todas las décadas lejanas fueron felices) y que tiene a Cáceres como una de sus sedes: una de las escasas sedes en el orbe todo, que se dice pronto (la aclaración es para los no iniciados). Ni que decir tiene que no cabía un alma más en la inmensa plaza mayor y aledaños, mayormente la impar ciudad monumental, toda de gente joven, claro, de todos los pelajes, por supuesto. A propósito del pelaje: me cuenta un muchacho de mi pueblo que, parado que fuera en un control de la guardia civil, inmediaciones de la ciudad, los agentes no se creían que su destino fuese el WOMAD: en la furgoneta (la que usa para trabajar) no llevaba ni perro, ni timbales; y él no lucía ni tatuajes, ni rastas, ni piercing alguno. Nos registraron de pies a cabeza, a la furgona y a mí, me contó. Lo cual que, a pesar de que mi presencia en el lugar resultaba llamati...

De becarios y consortes

Lanzado iba yo el otro día, henchido de ira bíblica, o coránica, tanto da, escribiendo indignado sobre/ contra el uso baboso, abusivo, impropio, inapropiado, de la palabra becario. Y no es para menos. Digan lo que digan los periodistas y Jordi Cruz, el cocinero, perdón, restaurador, que ha puesto al personal en pie de guerra, becarios éramos, de toda la vida, y a mucha honra, los muchachos que estudiábamos con beca. Y digo a mucha honra porque, aparte de que en algún colegio las monjas tratasen a las becarias como las parientes pobres que eran, que de familias pobres éramos todos los becarios, en aquellos tiempos había que sacar nota media de notable, como mínimo, para seguir estudiando (más de uno vi volver a casa llorando su suerte), lo cual nos convertía, siquiera por necesidad, en buenos estudiantes, cuando no los mejores. Pues mira por dónde, desde que a una muchacha norteamericana llamada Mónica le diera por meterse bajo la mesa del presidente Clinton, con la sana inten...

Medidas anticorrupción

Lo dijo muy bien dicho, "Todo lo que era sólido", 2013, mi envidiado Muñoz Molina, que, a lo que se ve, lo de ir en bicicleta no es por la cosa de la ecología y la salud, no: es porque un día que iba por la Quinta Avenida (vive en Nueva York la mitad del año), a la grupa de su viejo caballo comunista, se pegó, cual Pablo de Tarso contemporáneo, un costalazo tan monumental, que desde entonces no ha vuelto a subirse al animal (creo que lo vendió): "Pero más grave que la 'legalidad dudosa' a la que alude la definición (pelotazo, según la Academia) y que la grosera ilegalidad de tantos hechos corruptos..." Y así sigue un buen rato. Muchacho listo que es, Antonio se atreve con la solución: "Entre todos los errores de la Transición, uno de los más graves no lo ha mencionado casi nadie: la incapacidad de crear una administración pública profesional, solvente, austera, ajena a la política y a los vaivenes electorales, escrupulosamente sujeta a...