Una golondrina no hace primavera, dice el dicho popular. En este caso, una sola margarita con mayúscula es capaz de transformar un invierno pandémico en una primavera de dignidad: Margarita Robles. Ha dicho el gran Carlos Herrera que, con sus sentidas palabras en la palaciega morgue del hielo, nuestra ministra de Defensa ha salvado el honor del partido socialista (no dijo ‘del gobierno’). Pues bien, me adhiero casi con violencia a las palabras del célebre locutor. Clausurado ya el magno y helado mausoleo, lugar en donde hubieron de ser ‘hospedados’ de urgencia centenares de féretros, en cuyos interiores yacían los restos ‘coronados’ de personas que bien pudieron haber sido nuestros padres/hijos/hermanos, la señora Robles pronunció unas palabras que quedarán para siempre en los anales de la historia, de la intrahistoria, que dijera Unamuno: "No les hemos podido salvar la vida, pero que sepan que nuestras Fuerzas Armadas, siempre han estado con ellos. No les han...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa