Ir al contenido principal

RESISTIRÉ: HASTA LOS 80




    “Las enfermedades infecciosas ocasionan en todo el mundo 13,3 millones de muertes al año, siendo la segunda causa, detrás de las cardiovasculares. Sin embargo, las enfermedades infecciosas son la primera causa de muertes en la infancia y juventud: más de 1500 personas cada hora, la mitad de ellos niños menores de cinco años”. (Farreras-Rozman, XV edición, 2004). No sé qué cifras recogerá la XIX edición, pero mucho me temo que no bajará de 1000 a la hora, Lo más sangrante es que muchas de esas muertes podrían evitarse con algo tan sencillo como beber agua potable, simplemente. Insisto: 1500 muertos cada hora, ¡niños en su mayoría! ¿Seguimos, o lo dejamos ahí? Dejémoslo ahí como referencia.
   En esto que, cuando más tranquilos estábamos, con toda la vida resuelta, sí, Pedro, sí, Pablo, un virus acaba de poner patas arriba todo el entramado del mundo desarrollado (el mundo subdesarrollado “no existe” para los informativos). Un virus cuya letalidad se ha ensañado sobremanera con las personas mayores (por causas puramente biológicas, naturalmente), y cuya explosiva expansión, al no haber ninguna inmunidad poblacional previa, es la causa princeps de la actual convulsión social, que hasta nuestro himno de guerra tenemos ya: “Resistiré”, la bella canción que el Dúo Dinámico lanzase hace mil mundos.
    En efecto, no es la letalidad del virus, que también, sino su rápida expansión, lo que ha provocado tan dramática situación, de la que no se va a librar ni Dios, con perdón. No quedan camas libres en los hospitales (lo de IFEMA es un prodigio), no hay respiradores suficientes y, en muchas Comunidades, no hay UCIs para todos, tesitura esta última que ha llevado al límite las posibilidades de asistencia a los enfermos y de camino a la deontología médica. En dos palabras: llegado el caso, hay que decidir. Hay que elegir entre ingresar en la UCI a un anciano, cuya esperanza vital no es mucha, o ingresar en su lugar a un joven que tiene toda una vida por delante. Por duro que sea, esto es así.
    Ya  hemos llegado a donde yo quería.
  Circula por ahí un vídeo en el que una doctora adoctrina a sus compañeros: “El 11-M no pudimos hacer nada por algunos heridos, por tener que dedicarnos a salvar la vida a otros”, espero que me entiendan sin bajar a detalles tenebrosos. Pues bien, una cosa es eso (se llama cirugía de guerra) y otra muy distinta la circular que ha publicado la Generalidad, la de Cataluña: ¡no ingresar en UCI a personas mayores de 80 años! Pues bien, teniendo en cuenta el altísimo número de octogenarios (y nonagenarios) que mantienen intactas sus facultades intelectivas, semejante norma se me antoja de una crueldad rayana en la ignominia.
  Y aquí viene el supremo sarcasmo: los autores del “Resistiré”, catalanes de nacimiento, no podrían ingresar en las UCIs de su tierra. Tienen 83 años.    

Entradas populares de este blog

MUFACE Y LA MINISTRA IGNORANTE

Me lo dijo mi dilecto amigo, Manuel Encinas, más de cuatro décadas ya: “Abre la consulta”. Y como el consejo venía de una persona que tenía muchos dedos mentales de frente, abrí la consulta. Total, que toda la vida he trabajado para la seguridad social y para MUFACE, el funcionariado, mayormente de la docencia. Incluso me dio tiempo de ser médico de la institución penitenciaria, diez años. O sea, que conozco el paño como el primero. Por eso, cuando el otro día leí que la ministra de sanidad mostraba su decepción por la continuidad de MUFACE, me dije para mí: “Esta mujer no sabe lo que dice”. Nadie discute que el sistema nacional de salud, la seguridad social de toda la vida, es de lo mejorcito que hay por esos mundos de Dios: gracias al sistema MIR, claro, que no es otro el secreto. Pero no es menos cierto que, teniendo como tiene el funcionariado la posibilidad de elegir entre el sistema nacional y el de MUFACE, al iniciar su andadura profesional, y una vez al año para cambiars...

DE LOS ALERTEROS Y LOS POLÍTICOS

Se han pasado el verano acojonando al personal con alertas por la caló (les gusta más una alerta roja que a un tonto una tiza), y para una vez que han podido lucirse, la DANA valenciana, ha pasado como en el cuento del lobo. Me refiero a los saltimbanquis/as que han convertido una ciencia, la meteorología, en un espectáculo circense, que lo único que les falta es comenzar sus intervenciones como aquellos genios que hubo: “¿Cómo están ustedeeees?” Tendrían que aprender del profesor Jorge Olcina (COPE) y de José Miguel Viñas (Rne), o de Mario Picazo, físicos todos, unos señores que tratan la meteorología con un rigor y una seriedad que da gusto, no como esa pandilla de histriones/as, ya digo, que parece que fueran ellos los hacedores del clima. Así les ha lucido el pelo con la “DANA más catastrófica del siglo”, que es como titulan ‘los otros’ a todas horas, tal que si estuviéramos ya en el 2099. Dice José Antonio Maldonado, físico también, que no entiende por qué se tard...

EL SEXO CUÁNTICO

Eso es precisamente lo que están investigando y difundiendo las muchachas de Igualdad, el ministerio de doña Irene Trans, perdón, Montero, las jóvenes científicas que trabajan en el LISMI (Laboratorio de Investigaciones Sexológicas del Ministerio de Igualdad), al frente del cual se encuentra una señora que se hace llamar Pam. El sexo cuántico, o sea (no confundir con el sexo tántrico, el de Sánchez Dragó). Que qué rayos es el sexo cuántico. Muy sencillo: el sexo llevado a sus últimas minuciosidades, un suponer, el sexo durante los días ‘enrojecidos’, así como la exploración de otros ‘agujeros negros’ de la galaxia femenina, etc. Que por qué el nombre de cuántico. Porque es lo más parecido a la llamada mecánica cuántica. O sea, el sexo de lo minutísimo. Me explico. Así como existe una parte de la física que se ocupa del macrocosmos, al que dedicó sus poderosas neuronas “el más grande”, Albert Einstein (“la más grande” es Rocío Jurado), con su asombrosa teoría de la relatividad, e...