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Mostrando entradas de marzo, 2022

EXTREMADURA Y LA GRAMÁTICA

LA GRAMÁTICA Y EXTREMADURA Agapito Gómez Villa La que se ha montado con la dichosa carta: la que Antonio Sánchez -así le llamó el otro día el jefe del gobierno italiano-, le mandase al rey de Marruecos, reconociendo la ‘marroquinidad’ del Sáhara Occidental, otrora Sáhara Español, indignando con ello a tirios y troyanos, si bien las mentes más sensatas aducen que han fallado las formas, no el fondo, a saber: que Antonio, perdón, Pedro, lo que ha hecho es alinearse en el asunto nada menos que con EE. UU, Francia y Alemania. En fin, que aquí me tienen ustedes entre los indignados. ¿Que por qué, si yo soy un simple particular que no tiene ni barruntos de la política internacional? Porque la carta parece escrita por uno de aquellos dignísimos reclutas que aprendieran a escribir en la mili. Todo un insulto a la sintaxis, una de las cuatro partes de la gramática, según rezaba en la enciclopedia escolar. Aquí quería yo llegar, a la gramática, más exact...

MI AMIGO EL UCRANIANO

Sorprendido está el personal por el número de ciudadanos ucranianos que hablan un español correctísimo (una “inmensa minoría”, habría dicho Juan Ramón). Uno de ellos, con el que mantengo relación epistolar, me contaba el otro día una cosa que me dejó estupefacto. Vamos a ello. No muy bien iniciada la ignominia ‘putiniana’ (nunca me llenó el ojo ese tal Vladimir, muérete), le conté a mi amigo que, en mis recientes momentos de tribulación, palabra que escuchaba a diario en los rezos de mi abuela, “no me dejes, Madre mía, en tanta tribulación”, que aunque no sabía lo que significaba, me sonaba a tormenta con muchos truenos, les decía que, apenas iniciada la lluvia de misiles sobre Ucrania, le conté a mi amigo mi secreto para ‘escapar’ de mi tormentoso sucedido: a la hora de irme a dormir, me lío la radio a la cabeza y me dejo llevar en busca del sueño imposible. Por supuesto, le dije, elijo siempre una emisora en la que me hablen de Vinicius, de penaltis no pitados, de fichajes incalc...

PERO NO TE OLVIDES DE UCRANIA

Forges, el gran Forges, el inolvidable Forges, aquel genio bueno, cuando, pasadas unas semanas, la enésima catástrofe de Haití desapareciera de la actualidad (lo que no sale en los medios no existe), en un rinconcito inferior de la viñeta cotidiana, él continuó pintando un hombrecito que decía: “Pero no te olvides de Haití”. Me acordé de aquello cuando hace cuatro días los seguidores del Madrid vivimos una noche de éxtasis (Modric es mi hombre): “Pero no te olvides de Ucrania”, me estuve diciendo a cada momento. No podía ser de otra manera, pues que ya me sucediera (glosado aquí) en circunstancia similar, a saber: mientras se inauguraba, gloriosamente, la Olimpiada de Barcelona, Sarajevo no dejó de ser bombardeada. Con una diferencia: cuando lo de Sarajevo no, pero el otro día coincidían en las distintas pantallas las imágenes del Bernabéu y los horrores de la guerra del tal Putin, ese sátrapa: me bastó cambiar de canal para comprobarlo. ¿Que a cuento de qué mi obsesión por estas...

ESPAÑOL DE UCRANIA

ESPAÑOL DE UCRANIA La Agapito Gómez Villa Tenía yo pensado dedicarle esta columna a Juan Carlos 1, que dirían los analfabetos del cine, el hombre que tiró por la borda del yate un inmenso fardo de prestigio, por “un puñado de dólares”, varios sacos más bien, los suficientes para haberse visto ‘obligado’ a defraudar entre 30 y 57 millones de euros. ¿Por qué esa horquilla tan abierta, señores inspectores de hacienda? Por ahí iba a ir la cosa, ya digo (lo dejaré para cuando venga a ver la Semana Santa con su amigo Carlos Herrera), pero viendo lo que está sucediendo en Ucrania, horror, e inmerso que está uno en el “inconsciente colectivo” que ‘inventase’ Jung (“se palpa en el ambiente”, se dijo de toda la vida), no tengo más remedio que cambiar de registro. Afortunadamente, Europa ha tomado el relevo de aquello que dijera José Antonio de España, “una unidad de destino en lo universal”, y yo me siento muy europeo, y por tanto, muy ucraniano. Bueno, en realidad, yo ...