Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2023

TAMAMES FOR PRESIDENT

La política es como un “agujero negro”: una vez traspasado el “horizonte de sucesos”, el brocal de toda la vida, todo lo engulle. Mas no sólo eso: lo engullido queda degradado/denigrado al instante. Para ejemplo, un botón. Los que nacimos por la mitad del XX, recordamos como si fuera hoy el trato cotidiano que los medios le dieron a uno de los grandes artífices de la Santa Transición (Umbral dixit). Hablo de Adolfo Suárez, un hombre bueno y honrado (nada de honesto como se dice ahora: honra, de cintura para arriba; honestidad, de cintura para abajo). “¿Cuál es la mejor persona que te has encontrado en el mundo de la política?” “Adolfo Suárez”, me contestó uno que conviviera mucho con él: Martín Tamayo. A lo que vamos. Un día sí y otro también, el bueno de Adolfo era tratado a patadas, hasta sangrar, empezando por una víbora con cataratas (dijera Alfonso Guerra de Tierno Galván), llamado Emilio Romero, y acabando por el último chiquilicuatro (chiquilicuatre es en catalán, ¡coño...

TAMAMES EL EXTREMEÑO

Un día de éstos, Ramón Tamames oficiará su última misa solemne en el Congreso de los Diputados. En los mentideros políticos, no se habla de otra cosa: ¡uno que fue de Carrillo, hablando en nombre de la derecha-derecha! Razón de más para que uno recurra de nuevo al gran Cela: “Cuando en un sitio huele mucho a algo, el secreto no es oler más, sino oler distinto”. A eso voy. ¡Pero sin salirme de Tamames! Por cierto, me resultó extraño que Martín Tamayo (uno de los mejores comentaristas políticos que existen, dicho sea de paso), cuando el otro día hablaba de sus viajes junto a don Ramón por tierras extremeñas, tiempos del CDS de Adolfo Suárez, me extrañó, ya digo, que no hiciese ninguna alusión a lo que se podrá leer a continuación. Pero antes me gustaría abrir un paréntesis para darle al César lo que es suyo. El César es Tamayo, claro, en cuyo último trabajo, “La amargura de Tiberio”, consigue un ‘tempo’ narrativo que nada tiene que envidiar al de las “Memorias de Adriano”, una de las obr...

EL SEXO CUÁNTICO

Eso es precisamente lo que están investigando y difundiendo las muchachas de Igualdad, el ministerio de doña Irene Trans, perdón, Montero, las jóvenes científicas que trabajan en el LISMI (Laboratorio de Investigaciones Sexológicas del Ministerio de Igualdad), al frente del cual se encuentra una señora que se hace llamar Pam. El sexo cuántico, o sea (no confundir con el sexo tántrico, el de Sánchez Dragó). Que qué rayos es el sexo cuántico. Muy sencillo: el sexo llevado a sus últimas minuciosidades, un suponer, el sexo durante los días ‘enrojecidos’, así como la exploración de otros ‘agujeros negros’ de la galaxia femenina, etc. Que por qué el nombre de cuántico. Porque es lo más parecido a la llamada mecánica cuántica. O sea, el sexo de lo minutísimo. Me explico. Así como existe una parte de la física que se ocupa del macrocosmos, al que dedicó sus poderosas neuronas “el más grande”, Albert Einstein (“la más grande” es Rocío Jurado), con su asombrosa teoría de la relatividad, e...

EL TITO BERNI Y LOS SACRAMENTOS

Gorda, muy gorda, la que han montado el Tito Berni y sus adláteres de la diputambre (Jaime Campmany). Lo que más llama la atención de toda la escandalera es la triada clásica, ya obsoleta: sexo, droga y rock and roll, si bien del rock and roll los periódicos no dicen nada, pero me consta que ésa era la música que sonó hasta el amanecer, lógico y natural teniendo en cuenta la edad de los oficiantes, que no dejaron viva ni una pastilla de viagra. De eso es de lo que más hablan los medios, ya digo. De lo único no punible, curiosamente. Sin embargo, cuando se lee la letra chica, se entera uno de que la cosa tiene connotaciones más graves, a saber: los hechos sucedieron una noche en que España toda estaba confinada por culpa del virus chino, lo cual le añade un plus delincuencial a la cuestión (a mi hermano, lo conté en su día, los municipales de mi pueblo le amenazaron con seiscientos euros de multa, paseando que iba solo por el campo). Pero lo más grave de todo, lo que ya cae de lleno ...