El otro día, Alfonso Guerra acudió a “El Hormiguero”, y como era natural, la expectación fue máxima, mayormente por el gravísimo momento que estamos viviendo, convulsión política sin precedentes, protagonizada por un partido que, para más inri, fuese su propia ‘creación’, que hubo un tiempo en que en el PSOE no se movía ni una hoja sin permiso de Alfonso: “El que se mueva no sale en la foto”, figuraba en el frontispicio de la calle Ferraz. Gracias a Alfonso y a Felipe, en España se vivieron unos años de una considerable tranquilidad social, a pesar de los asesinatos cometidos por nuestro Hamás, la eta, aquel grupo de descerebrados que, según un cretino perverso y con micrófono, que hoy vive en los cubos de la basura universitarios, los terroristas fueron los únicos que entendieron la Transición, tal que les dijera en una Herriko Taberna, cuando ya los muertos inocentes superaban las nueve centenas. De Pablo Iglesias hablo. De Alfonso Guerra se esperaba que sacara a relucir su len...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa