Escribo en el barco (ferry le llaman) que va de Helsinki hasta Tallin, primer conjunto monumental de Europa, dicho sea entre paréntesis, seguido por Venecia y Cáceres, por ese orden. Sí, Cáceres: se lo recuerdo más que nada por aquello de que lo próximo parece que se valora menos. La nave es un pueblo flotante y no pequeño. O mejor, un Bernabéu con sus 80.000 espectadores a bordo. Yo no sé de dónde rayos sale tantísima gente. Va a tener razón el gran climatólogo, James Lovelock, el de la teoría Gaia, cuando dijo que el problema de la especie humana es que vivimos demasiados años; y va el hombre y se muere a los 103, justo el mismo día del mes en que nació. Pero yo no quería hablarles de eso, sino de lo otro. Lo otro es lo raro que resulta leer que hay “alerta de clima extremo”, por calor, claro, cuando la temperatura máxima llega, como mucho, a 27 grados. Parece una broma, pero es verdad (mando foto al periódico por si tuvieran a bien usarlo para la versión digital). Será por la i...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa