Ayer, justamente ayer, el mundo cumplió 6012 años. Lo que yo te diga a ti. Y el personal sin enterarse. Con lo bien que nos hubiera venido un día de fiesta, celebración de tan magna efeméride, con sus fuegos de artificio y todo, en estos momentos de pesimismo patrio, pesimismo tan grande como los atascos festivos que se producirán en las carreteras el puente de todos los santos: a ver cómo se conjuga eso con el llanto, majestad. Oiga, que lo del cumpleaños del mundo no lo digo yo; quien lo refiere es uno de los más inmensos talentos que ha dado la especie, humana, se entiende, Stephen Hawking, en su impactante obra, “El gran diseño”: “El obispo Ussher, primado de toda Irlanda desde 1625 hasta 1656, situó el origen del mundo con mayor precisión todavía, a las 9 de la mañana del 27 de octubre del año 4004 a. C.” Con un par. Y si lo dice el señor obispo, a ver quién es el guapo que lo pone en duda. Imagino yo que el buen hombre haría sus...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa