Viernes por la mañana: Centón y medio de jóvenes de veintisiete países y pico europeos debaten en el Congreso, Madrid, sobre los asuntos princeps del futuro de la Unión. El pico es por dos países aspirantes: colijo que no debe de ser tan malo esto del club europeo cuando hay cola. Viernes por la tarde: Fracasa la última cumbre europea. Me quedo con los jóvenes. Me quedo con los jóvenes en detrimento de los tecnócratas de la política, de los políticos tecnócratas, que ven menos que un gato de yeso. A Europa la están construyendo los jóvenes, sí: la Unión Europea quiero decir, o los Estados Unidos de Europa de don José Ortega, aquel gran ‘torero’ europeísta que hubo: del pensamiento, de la escritura, de la oratoria; por cierto, el mismo que dijo que el problema de Cataluña no tiene solución (“La rebelión de las masas”, lo tengo subrayado, creo que en el prólogo; no lo puedo comprobar, estoy fuera de casa). Tuve tan feliz iluminación la primera vez que crucé el puent...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa