Advertencia: este escrito está destinado a las personas mayores que se hayan criado en un pueblo o en una ciudad pequeña; los menores de cincuenta años lo harán siempre acompañados de un mayor, a ser posible un anciano. El resto debe abstenerse de leerlo: les parecerá una cosa de García Márquez. La idea se me ocurrió a la vista de la imparable marcha de las cifras del paro, que con tanto regocijo han sido tratadas por los medios de comunicación (a cinco columnas algún periódico), como dándonos ánimos a toda la sociedad, y ante la incapacidad de los gobiernos de todo signo para arreglar mínimamente tan arduo y doloroso problema. Al grano. Cuando yo era chico (así dice Alberti), había una cosa muy clara: los ricos no trabajaban. Me refiero a los ricos de verdad, los que tenían tierras y encinas y olivos y ovejas suficientes. Un rico nunca araba, ni sembraba, ni segaba, ni trillaba, ni limpiaba el grano, ni cargaba sobre sus espaldas un quintal de trigo. Ni...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa