Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2015

Un genio en una pensión

      El otro día fallecía el gran Saza, a los 89, o sea, prematuramente, que hoy el que no llega a los 90 no es nadie, que por algo somos el segundo país del mundo en esperanza de vida, lo digo para los profesionales del catastrofismo. Minutos después de enterarme de su muerte, oh casualidad de casualidades, salta la liebre. El primer paciente de esa mañana va y me dice: “Estuvo hospedado en la misma pensión que yo, la pensión Carretero, en la plaza mayor, un verano (años cincuenta) que tuve que quedarme aquí, en Cáceres, preparando unos suspensos. Me acuerdo que eran tres: uno de ellos actúa con él en una película que dice algo del cielo. Los llamaban los cómicos”. “Espérame en el cielo”, añado yo. Un genio en una modesta pensión. Nada de hotelito ni otros excesos. O sea que no andábamos muy lejos de “El viaje a ninguna parte”, esa obra cumbre: no he sido capaz de averiguar a santo de qué, Carlos Lemos, premiado que fuera con todos los premios nacionales, tu...

Plutón y la riqueza

                                             PLUTÓN Y LA RIQUEZA                                                Agapito Gómez Villa       Yo que Plutón, en viendo llegar la sonda espacial, “Nuevos horizontes”, me hubiera vuelto de espaldas para que no me retrataran. Nos ha jodido, primero me quitan el título de planeta, y ahora me mandan una máquina voladora para escudriñarme, a mí y a mi cohorte de satélites, que pequeño seré, pero tengo más satélites que la Tierra, uno de ellos casi tan grande como yo, Caronte, que se llama c...

De franquistas y santos

       No se sabe en qué quedará la cosa, pero hay cierta movida en el ayuntamiento de Madrid por la que se pretende renombrar las calles que llevan nombres de peligrosos franquistas, entre los que se encuentran Pedro Muñoz Seca, Agustín de Foxá, Gerardo Diego, Alfonso Paso, Dionisio Ridruejo, José María Pemán, José Pla, Salvador Dalí, Ramón Gómez de la Serna, Santiago Bernabéu,... si bien este último parece que va a ser indultado. ¿Que quiénes son esos señores? Averigua tú. A mí sólo me suenan Dalí y Bernabéu: el uno porque tenía un bigote con las puntas retorcidas y el otro porque se llamaba igual que el estadio donde juega el mejor equipo del mundo.     Por lo visto, la cosa tiene su aquel en la Ley de Memoria Histórica, aportación impagable del impagable Zapatero a la concordia nacional. Pues nos podemos ir preparando. Como se abra la espita, y tiene pinta, dentro de poco no va a haber dios que recuerde dónde vive, quiero decir ...

Todos somos griegos

    Con esa cita, en inglés, de Percy B. Selley, comienza su magnífica obra, “La gran aventura de los griegos”, Javier Negrete, que no sé si todavía anda impartiendo su magisterio en un instituto de Plasencia: “Todos somos griegos”. No sé si ustedes, pero yo al menos sí, que me lo dijera una vez un paisano la segunda vez que estuve allí: “Entonces, es usted griego”.   Me lo dijo un profesor de bachillerato, el primer día de clase: “¿Sabe usted lo que significa su nombre, joven”. “No señor”. “Su nombre es el participio pasivo del verbo ‘agapao’, y significa amado”. Como comprenderán, yo me puse muy contento, que no todo iban a ser bromas y cachondeítos con el dichoso nombrecito, a lo que venía acostumbrado de siempre, claro. Y como es natural, después de aquel ‘neobautismo’, continué llamándome Agapito. Años después, vendría   en mi ayuda la simpar Ana Belén, la desgarrada Medea emeritense en estos días, con su bella canción “Agapi mu” (dos palabras): “Entra...