Los hay que no idean nada bueno. Verbigracia: que la televisión pública debiera desaparecer, y la radio, ídem de ídem. Argumentan para ello que no existen periódicos de titularidad pública, horror. Pues lo mismo para lo otro. Perdónalos señor, porque no saben lo que dicen. Quién se preocuparía entonces por ciertas personas, cuyas biografías son limpios espejos para esta sociedad huérfana de líderes donde mirarse. Por ejemplo, Humberto Janeiro padre, el gran prócer de los Janeiro, acaba de ser intervenido de la cadera. Pues bien, ¿qué medio de comunicación nos ha tenido permanentemente informados de su evolución clínica? TVE. De no haber sido por la televisión pública, pagada por todos los españoles, Janeiros incluidos, la relevante efeméride quirúrgica habría pasado tristemente inadvertida o, en cualquier caso, con tratamiento informativo inadecuado, interesado, tergiversado, es decir, todo lo contrario del riguroso y merecido trato que TVE le ha dado. ...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa