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Mostrando entradas de febrero, 2016

Diputaciones y 'Senao'

      Antes de empezar a escribir, me gustaría decirles unas palabras (paráfrasis de Brice Echenique). Me preocupa la tristeza y el desánimo que empieza a cundir en la calle por la falta de un gobierno en condiciones, no como el actual, que estando en funciones, ¡no funciona! A más de uno he visto ya llorando por las esquinas. ¿Por qué lloras? Porque no tenemos gobierno, me respondió, al tiempo que se secaba las lágrimas. Por lo visto, los belgas estuvieron año y medio como nosotros ahora, y no pasó nada, que incluso la economía mejoró. Pero no me vayan ustedes a comparar a los españoles con esa gente tan adusta y tan mal encarada: le pregunté algo a uno, en francés, y por poco no me escupe, el muy flamenco.        Al grano. Acabar con las diputaciones: ésa es una de las exigencias que Albert Rivera (qué gordo está su primo Kiko) le ha impuesto a Pedro, en el acuerdo que ambos han firmado con el fin de intentar hacerlo presidente (a Pedro, ...

Los perros de Pavlov

      Abrumación sería la palabra precisa para resumir la pandemia de corrupción que nos asola, o asuela, que de las dos maneras se puede decir. He dicho sería porque el diccionario de la academia no recoge dicho vocablo, pero yo lo he visto en plural, abrumaciones, en el último gran creador/hacedor del lenguaje, Umbral, quién si no, “Leyenda del César Visionario”. O sea, abrumación de políticos corruptos a tope.         En busca permanente de soluciones que anda uno (debe ser la deformación profesional: el tratamiento de la enfermedad), tiempo ha, ofrecí, gratis et amore, un método para detectar a los potenciales corruptos, con el fin de excluirlos de cualquier nombramiento para cargo público, a saber: el test del chivo y la leche, basado en el dicho popular que reza: “a ése le gusta más el dinero que a un chivo la leche”. Se trataba, recordarán, de colocar al individuo y a un chivo de pocos meses, a la misma distancia de un...

Ondas gravitacionales

     Había yo medio decidido escribir sobre los titiriteros, los unos y los otros: los de “gora alka-eta”, pobres sociópatas de manual, y los del “no a la guerra”, sí, los cobardes, autocomplacidos y elegantes goyescos (jamás ninguno dijo nada en el festival de San Sebastián sobre los asesinatos, ochenta y tantos, que eta perpetró en las calles de dicha ciudad), cuando de repente, o sea, al tenazón, aparece la gran noticia, las ondas gravitacionales, que fíjense si será un acontemiento impresionante que hasta los medios de información general, infestados a diario de políticos corruptos, economistas-alarmistas y futbolistas álalos, la han llevado a sus portadas. Total, que me dije: no hay color.    Sé que este no es sitio para hablar de los pormenores de tan extraordinario evento, pero sí para hacerlo del genio que hace un siglo justo predijo su existencia, Einstein, la más grande inteligencia que vieran los siglos (para Cela es Quevedo, pero no podemos compar...

El volcán japonés

   En Japón, un volcán ha entrado en erupción. No es mala forma de empezar. Aunque estoy seguro de que Blas de Otero hubiera principiado de otra manera: “Pasa un avión/-cabrón-/a reacción”, escribió. Cosas de poeta. ¿Que cómo se llama el volcán? Sakurajima, como todos los volcanes japoneses. Lo cual que si yo fuera un columnista convencional, horror, me faltaría tiempo para comparar el despertar del volcán, con la política española actual: erupción/eructación, ya me entienden. ¿Que eso sería muy forzado? Calla, hombre, calla. Tiempo ha, principiaron a caer del cielo grandes bolas de hielo (frigolitos), y no hubo articulista que se librara de comparar aquello con la situación política del momento: qué derroche de ingenio. Pero por ahí no me va a coger, perdón, pillar.   Volvamos al Japón. El volcán, como todos sus hermanos activos, expulsa lava candente, que no es otra cosa que el magma que asciende de las profundidades de la Tierra, que así es nuestro planeta por d...