Ir al contenido principal

Diputaciones y 'Senao'


     Antes de empezar a escribir, me gustaría decirles unas palabras (paráfrasis de Brice Echenique). Me preocupa la tristeza y el desánimo que empieza a cundir en la calle por la falta de un gobierno en condiciones, no como el actual, que estando en funciones, ¡no funciona! A más de uno he visto ya llorando por las esquinas. ¿Por qué lloras? Porque no tenemos gobierno, me respondió, al tiempo que se secaba las lágrimas. Por lo visto, los belgas estuvieron año y medio como nosotros ahora, y no pasó nada, que incluso la economía mejoró. Pero no me vayan ustedes a comparar a los españoles con esa gente tan adusta y tan mal encarada: le pregunté algo a uno, en francés, y por poco no me escupe, el muy flamenco.    

  Al grano. Acabar con las diputaciones: ésa es una de las exigencias que Albert Rivera (qué gordo está su primo Kiko) le ha impuesto a Pedro, en el acuerdo que ambos han firmado con el fin de intentar hacerlo presidente (a Pedro, no a Kiko, aunque daría lo mismo). Y claro, se ha montado el pollo. Ítem más: Albert pretendía también el cerrojazo al Senado, el ‘Senao’ para Felipe González, pero esto se ha quedado en el camino (a propósito, ¿hay también guardería en el’ Senao’, como en el Congreso? ¿Por cuánto nos salen?). Creo que no hace falta que les recuerde que en más de una ocasión, en estas páginas, yo también abogué por lo mismo. A más, a más, en su momento dije por activa, por pasiva y por perifrástica que había que suprimir también los parlamentos regionales, que ya teníamos suficiente con el Europeo (sede en Bruselas y sede en Estrasburgo) y con el de la Nación, ‘dúplice’ también: Congreso y ‘Senao’. Pues bien, ya va siendo hora de reconocer que yo estaba equivocado, muy equivocado.

   ¿Que para qué sirve el ‘Senao’? Eso mismo pensaba yo. Pero me he dado cuenta de que cumple una función trascendental: además de para darles una paguita a los miembros del partido que no caben en el Congreso, que ésa es su misión prínceps, tiene además otra no menos importante: dar cobijo a los políticos que han perdido el cargo en su región, y ya de camino “acoger a sagrado” a aquellos a los que la justicia les viene pisando los talones, Rita ‘Caballé’, un suponer. ¿Acaso no es eso suficiente para mantenerlo vivo?

   Las diputaciones. Dicen que su función ya la realizan las consejerías. ¡Alma de cántaro: pues no haber creado las consejerías cuya labor es la misma que la que venían cumpliendo, siglos ha, las diputaciones! Las diputaciones no sólo son necesarias, sino que su labor ya resultaba ya insuficiente. ¿Por qué, si no, hubieron de ser creadas las mancomunidades? Por cierto, me extraña mucho que las señoras que protestan por el lenguaje sexista no hayan puesto el grito en el cielo pidiendo la creación de las “womancomunidades”, ya me entienden.

   Los parlamentos regionales. Que no me los toquen. Hay cosas que son impagables. Nunca se me olvidará el día en que fuese aprobada la reforma de nuestro estatuto de autonomía. Sólo por haber tenido la inmensa fortuna de ver a los extremeños celebrando, unánimes, en la calle aquella efeméride, ya tendrían justificada su razón de ser. He dicho.

 

Entradas populares de este blog

MUFACE Y LA MINISTRA IGNORANTE

Me lo dijo mi dilecto amigo, Manuel Encinas, más de cuatro décadas ya: “Abre la consulta”. Y como el consejo venía de una persona que tenía muchos dedos mentales de frente, abrí la consulta. Total, que toda la vida he trabajado para la seguridad social y para MUFACE, el funcionariado, mayormente de la docencia. Incluso me dio tiempo de ser médico de la institución penitenciaria, diez años. O sea, que conozco el paño como el primero. Por eso, cuando el otro día leí que la ministra de sanidad mostraba su decepción por la continuidad de MUFACE, me dije para mí: “Esta mujer no sabe lo que dice”. Nadie discute que el sistema nacional de salud, la seguridad social de toda la vida, es de lo mejorcito que hay por esos mundos de Dios: gracias al sistema MIR, claro, que no es otro el secreto. Pero no es menos cierto que, teniendo como tiene el funcionariado la posibilidad de elegir entre el sistema nacional y el de MUFACE, al iniciar su andadura profesional, y una vez al año para cambiars...

DE LOS ALERTEROS Y LOS POLÍTICOS

Se han pasado el verano acojonando al personal con alertas por la caló (les gusta más una alerta roja que a un tonto una tiza), y para una vez que han podido lucirse, la DANA valenciana, ha pasado como en el cuento del lobo. Me refiero a los saltimbanquis/as que han convertido una ciencia, la meteorología, en un espectáculo circense, que lo único que les falta es comenzar sus intervenciones como aquellos genios que hubo: “¿Cómo están ustedeeees?” Tendrían que aprender del profesor Jorge Olcina (COPE) y de José Miguel Viñas (Rne), o de Mario Picazo, físicos todos, unos señores que tratan la meteorología con un rigor y una seriedad que da gusto, no como esa pandilla de histriones/as, ya digo, que parece que fueran ellos los hacedores del clima. Así les ha lucido el pelo con la “DANA más catastrófica del siglo”, que es como titulan ‘los otros’ a todas horas, tal que si estuviéramos ya en el 2099. Dice José Antonio Maldonado, físico también, que no entiende por qué se tard...

Dos soles y cuatro lunas

  Pasado mañana, a las doce en punto de la noche, despediremos un año, y un instante después, estrenaremos uno nuevo. Y la Tierra, que es la madre del cordero, sin enterarse de la misa la media. ¿Por qué digo esto? Hombre, está muy claro. ¿Qué es un año? Un año, lo saben muy bien los niños, es el tiempo que pasa entre los regalos de un cumple y los del cumple siguiente. Aniversarios infantiles aparte, un año, como es sabido, es una medida astronómica: el tiempo que la Tierra tarda en completar una vuelta alrededor del Sol, a la módica velocidad de 108.000 km por hora, con lo que dónde coños estaremos cuando acabe de escribir esta columna. (Si a eso le añadimos que el Sol se está moviendo a una velocidad infernal, en derredor del centro de la galaxia, la Vía Láctea, y que nuestra galaxia se aleja como un rayo de las galaxias vecinas, ya tenemos el lío montado. Ah, se me olvidaba decir que la Tierra también gira sobre sí misma. Con todo ese jaleo de movimientos, no me extraña nad...