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Mostrando entradas de enero, 2017

Tamayo y Moradiellos

                                           Tenía yo pensado dedicarle esta columna íntegramente a “El secreto del agua”, película basada en la novela homónima de Tomás Martín Tamayo (TMT en adelante), un thriller, o como se diga, trepidante, apasionante, emocionante, en el que no falta de nada, lo que se dice de nada. Uno ya se había embaulado el libro previamente, claro: la obra magna de un escritor especialmente dotado, un trabajo de madurez, mejor tal vez. La novela/película tiene además un atractivo añadido para los lectores/espectadores extremeños: el hecho central de la obra se desarrolla en tierras de Extremadura, la provincia de Badajoz para más señas. Como siempre sucede en estos casos (película basada en una obra literaria), a la salida del cine, los inevitables comentarios: pues a mí me ha gustado más la película que el libro; pues a mí, al contrario: m...

Los vulnerables energéticos (publicado en HOY el 22-2-2007)

Amaina la ola de frío siberiano, que no deja de ser una suerte saber de dónde procede el frío: de muchachos, en olas de frío como la actual, incluso más intensas, y más prolongadas, tiritábamos de lo lindo, pero sin saber, ay, si el frío era siberiano o polar. Tampoco sabíamos nada de la sensación térmica, de modo y manera que salíamos a jugar a la calle (antaño, los niños estábamos todo el día jugando en la calle) y pasábamos un frío de padre y muy señor mío. El caso es que ya por entonces yo notaba que los muchachos que llevaban abrigo, tenían como menos frío que los que íbamos a cuerpo, con las calzonas hasta la rodilla, una camisetita de tirantes, la camisa y el `jerselino ́(diminutivo de jersey). A lo mejor por eso es por lo que Curro Romero pasaba tanto frió, en invierno, claro (biografía, por Antonio Burgos) cuando de muchacho se dedicaba a las labores del campo, a pesar de que la cosa tenía lugar en la provincia de Sevilla, finca de los Queipo de LLano. Posi...

Meryl Streep y el fútbol

   Lo dijo el otro día, “Globos” del cine, la muy asombrosa, la muy maravillosa, la muy extraordinaria, la muy todo, Meryl Streep, que, a lo que se ve, no nos ha salido muy trampera, de Trump quiero decir: “Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, y si los echan a todos, se van a quedar sin nada que ver más que fútbol y artes marciales.” Ya salió: ¡el fútbol! Sí, ya sé que los americanos llaman fútbol a una cosa muy distinta, pero para el caso es igual. Meryl se lo espetó a Trump por sus declaradas intenciones de expulsar a no sé cuantos miles de extranjeros. Yo, en mi insignificancia, se lo escribí a Pepa Fernández, “la morenita guapa, brillante y veloz como un relámpago” (profesor Marina dixit) el día que hubo de interrumpir a regañadientes su programa semanal, “No es un día cualquiera”, porque había que ¡radiar! un partido de la selección: “Los del fútbol nos llevan de nuevo a Atapuerca”. “Totalmente de acuerdo”, me contestó. Que nos llevan de cabeza a las cav...

Reyes Magos Catalanes

    Yo no sé a cuento de qué los medios de comunicación han formado semejante follón con la cabalgata de los Reyes Magos de Vic: el itinerario constelado de farolillos estelados y todo eso. Dicen las escrituras que los Magos de Oriente fueron guiados hasta el portal de Belén por una estrella, que, según cálculos matemáticos, bien pudo haber sido el cometa que siglos más tarde descubriera el astrónomo británico, Edmund Halley, y que nos visita cada setenta y tantos años: el cometa Halley, o sea (desde luego, la abundantísima y riquísima iconografía al respecto no lo desmiente). Si de una estrella guiadora se trata, que así reza el villancico popular (“una estrella guiadora se ha presentado en Belén”), qué importancia ha de tener que los ciudadanos de Vic, o sea, los vicenses (también vigitanos, vigatanos, ausenses, ausetanos, ausonenses), hayan querido guiar a tan ilustres visitantes con la estrella ya prevenida en su bandera identitaria (“una espuerta de cal ya preveni...