Sofocado apenas el incendio hispano-saudí por el asunto de los “misiles por corbetas”, señora ministra, si no les entregamos los misiles, nos jugamos 40.000 puestos de trabajo, y no está el horno del paro para bollos en la bahía de Cádiz, les iba diciendo que apenas apagado el fuego provocado por la señora Robles, al suspender temporalmente la entrega de 400 misiles a los saudíes (fue vista con una mecha de ética en la mano), como respuesta al bombardeo del ejército arábigo a un autobús de civiles en Yemen, más de la mitad niños, va y se produce otra deflagración mundial relacionada con Arabia-Saudí, en la que muere descuartizado un periodista turco en el consulado de dicho país en Estambul. ¿Y ahora qué hacemos? Seguimos en las mismas, doña Margarita. Y por si faltaba algo, tenemos las elecciones andaluzas encima. Lo cual que la señora ministra ha tenido que tragarse sendos ataques de ética. No me digan que no es mala suerte: dos sapos venenosos en cuatro días. ...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa