“Pasmao me ha dejao”, que habría dicho Alfonso Guerra, o sea, Pedro Ruiz, que fue el inventor de la cosa. Han bastado unos minutos de estancia en Cáceres, recién bajado del tren, camino de Badajoz, para que el líder de la oposición, cómo se nota que además de las cuatro mayorías absolutas en Galicia, fue, asimismo, un eficientísimo gestor (correos, insalud, etc.), les iba diciendo que un ratito de nada ha sido suficiente para que Alberto Feijoo haya hecho un diagnóstico preciso, exacto, perfecto, correcto, de los problemas de nuestra tierra. Pero no se ha limitado al diagnóstico: ha dado con el tratamiento, vamos, lo que vienen llamándose soluciones. Atentos a la pantalla: “Los extremeños merecen un tren digno”. Toma ya. Para mí que este hombre es un visionario. Pero la cosa no ha quedado ahí. Ha rematado la faena con una media digna del gran Curro Romero. Hela ahí: “Los extremeños merecen respeto y ser escuchados por el gobierno”. En mi vida he escuchado una declaración tan repleta de...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa