Como dijera en su día Alfredo Brice Echenique, genial personaje, antes de empezar a hablar, quisiera decirles unas palabras: Cada vez que he visitado el Parador de Gredos, he hecho la vista gorda ante la iconografía ‘vestibular’ de Alfonso XIII, bajo cuyos auspicios fue construido tan ‘soberano’/soberbio enclave, tal es el malestar que me ha producido siempre aquel rey caprichoso y malcriado. Menos mal que el malestar me desaparecía en cuanto que, a escasos metros del vestíbulo, leía: “Salón de los ponentes”. En efecto, siempre me produjo una enorme satisfacción encontrarme en el lugar donde fuera creada la Constitución, el texto que consagraba la forma de convivencia de una de las naciones más prodigiosas, si no la que más, del universo mundo (más de un artículo para este periódico he escrito en dicho salón, por si se me pegaba algo). Pero hete aquí que el otro día no anduve ni entrando, o sea, que pasé de largo. ¿Que por qué? Es que, dada la situación postelectoral a la que hemos ll...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa