Reñido que estoy con la televisión, esa máquina de arrojar bazofia y propaganda política (sólo la veo cuando echan un buen documental o algo de Berlanga, o por el estilo), fue el caso que el otro día me di de bruces con “La Infiltrada”, película protagonizada por la justamente laureada paisana/pacense Carolina Yuste. En esto que, al día siguiente, hablando que estaban de la cinta en la radio, dice uno que muy merecido el premio de Carolina, pero que podían haber aprovechado para haberle concedido el galardón equivalente a Diego Anido, actor que encarna al terrorista Sergio Polo. Aquí quería yo llegar. El tal Sergio, autor de varios asesinatos (actualmente en tercer grado penitenciario), es un psicopatón como la copa de un pino piñonero, así que no me extraña nada que matase sin ningún miramiento con esa cara de loco que gastaba, y con más fundamento, teniendo un apellido de raigambre tan vascuence: ¡Polo! Y aquí viene mi pregunta: ¿cómo es posible que un hijo de gallegos...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa