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Mostrando entradas de mayo, 2012

Deporte versus política

  Mira que te lo tengo dicho: no se debe mezclar el deporte con la política, que es una cosa muy fea, que exhala un tufo nazifascistacomunista que tira para atrás. ¿Hace falta que te recuerde lo que hizo Hitler cuando la Olimpiada de Berlín? ¿O los regímenes comunistas con sus deportistas? ¿O las sangrientas y famélicas dictaduras africanas? Cada vez que veo a un atleta famélico y desdentado dando la vuelta al ruedo envuelto en la bandera de su país, me dan ganas de llorar y de darle un bocadillo. Pues resulta que mira tú por dónde, ahora, cuando ha llegado la hora del segundo pollo monumental (el primero fue en Valencia) contra el himno nacional y la jefatura del Estado, van y me vienen con esa cantinela, los mismos que no han hecho otra cosa en su vida que meter en la misma coctelera ambas ‘sustancias’. No se debe mezclar una cosa con la otra, han repetido hasta la saciedad. Entonces, qué carajo hace el Rey (o el príncipe) entregando un trofeo futbolístico. ¿Tú has visto alg...

Deporte versus política

  Mira que te lo tengo dicho: no se debe mezclar el deporte con la política, que es una cosa muy fea, que exhala un tufo nazifascistacomunista que tira para atrás. ¿Hace falta que te recuerde lo que hizo Hitler cuando la Olimpiada de Berlín? ¿O los regímenes comunistas con sus deportistas? ¿O las sangrientas y famélicas dictaduras africanas? Cada vez que veo a un atleta famélico y desdentado dando la vuelta al ruedo envuelto en la bandera de su país, me dan ganas de llorar y de darle un bocadillo. Pues resulta que mira tú por dónde, ahora, cuando ha llegado la hora del segundo pollo monumental (el primero fue en Valencia) contra el himno nacional y la jefatura del Estado, van y me vienen con esa cantinela, los mismos que no han hecho otra cosa en su vida que meter en la misma coctelera ambas ‘sustancias’. No se debe mezclar una cosa con la otra, han repetido hasta la saciedad. Entonces, qué carajo hace el Rey (o el príncipe) entregando un trofeo futbolístico. ¿Tú has visto alg...

Lágrimas en la noche

  Cada vez entiendo menos a los medios de comunicación. Salvo contadísimas excepciones, parece como si estuviesen confabulados para servirnos sólo una parte, sesgada, de la realidad. Da como la sensación de que una mano negra (léase oculta) anduviese detrás de todo ello, de todos ellos. No sería lo primera vez que nos engañan como a chinos (eso era antes). De un tiempo a esta parte, no hay comentarista, perdón, analista, que se precie (son más de un millón, entre tertulias de radio, de televisión y articulistas) al que se le caiga de la boca la odiosa prima de riesgo, los recortes al por mayor, el déficit disparado/disparatado, los millones de parados, los batacazos de la bolsa, y por ahí todo seguido. Para todo lo demás, unos segunditos de tertulia, algún articulito suelto de algún tío rarito suelto y pare usted de contar. Increíble. Más de uno estará pensando que, con semejante opinión, qué hago yo escribiendo en un periódico. Pero digo yo alguien tendrá que hacer la autocrític...

El sueño de una noche de invierno

     Mira que se lo dije clarito al señor Monago: sea usted el primero y cúbrase de gloria. Suprima esa ruina de la administración autonómica, tantas consejerías y tanta leche, con su recua de direcciones generales y jefaturas de servicio, y ponga de patitas en la calle a tanto enchufado sobrante. Nómbrese a continuación gobernador de Extremadura, que para presidente ya tenemos a Zapatero, perdón, perdón, no quería asustarles, es que se me ha ido la pinza. Clausure, ipso facto, ese Senado (el ‘Senao’ le llamaba Felipe González, tal era la consideración que del mismo tenía), llamado Asamblea de Extremadura (¡diecisiete en toda España!), con sus miles de liberados y sus pingües emolumentos, que maldita la falta que nos hace: la misma falta que el ‘Senao’,   ninguna. ¿Es que no es suficiente con el Congreso y el Parlamento Europeo? Para acabar, privatice la televisión autonómica, ese lujo innecesario (mire si tenía yo razón: su jefa, la bella Cospedal, ¡ya ha pue...

España en el corazón (de Francia)

  Si no lo veo, no lo creo. Cuando el otro día vi a España en el centro del gran debate francés, nada menos que la presidencia de la República en juego, ambos contendientes, Sarkozy y el otro escupiéndose a la cara el nombre de Zapatero, me di cuenta de la formidable importancia que este hombre ha tenido en la historia de nuestro país. Nadie hasta ahora había conseguido algo semejante: ni Suárez, ni Felipe ni Aznar, ni el Rey tan siquiera, con sus caderas de cristal y sus elefantes moribundos y sus amistades de uno u otro sexo. Nadie. “Queremos devolver a España al corazón de Europa”, dijo nada más llegar a lomos de los trenes despanzurrados y ensangrentados de aquel 11-M fatídico, ay. Hela ahí, España, la de Zapatero, claro, ocupando uno de los ventrículos europeos, o sea Francia, que el otro ventrículo es Alemania. “Que hablen de uno, aunque sea bien”, dijo Valle-Inclán, el propietario de la mejor prosa escrita en castellano (“hasta que llegó Umbral”, según Lázaro Carreter, y e...

QUID PRODES

   Lo dice mucho el profesor Tamames, que por algo es catedrático de universidad de los de antes, de los que sabían latín: quid prodest, a quién beneficia. A quién beneficia el que los medios de comunicación rivalicen a la hora de rebozarnos por la cara, a cada instante, las ‘insoportables’ cifras del paro. ¿Insoportables? Llegaremos a los siete millones, ya lo verán, y los pájaros seguirán cantando. Quid prodest: ande, dígamelo, amable lector.    Se lo dije el otro día a Bea, joven periodista y amiga: la culpa del pesimismo social la tienen los medios de comunicación (no del paro, ojo, que eso es cosa de los políticos, esas pobres criaturas de tercera, según el gran Cela). Pues bien, tal que se lo dije a ella, se lo digo a ustedes. Y de ahí no hay quien me apee (del verbo apear). ¿Que eso es matar al mensajero? Anda ya. Ese es un truco, lo del mensajero, que ya nos conocemos tiempo ha. Cada vez que alguien osa ponerle el dedo en la nariz al periodismo, sale a r...