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Mostrando entradas de marzo, 2013

Que lo echen

   Fue en el programa de Pepa Fernández, la morenita lista de los fines de semana, Rne, sección dedicada a la ciencia, los inventos, etc. Se comentaba un estudio sobre el tratamiento que ciertos países dan a los desechos, el reciclaje y todo eso, en donde España no salía muy bien parada. “Eso no es propio de un país de los más ricos del mundo, como España”. Este Toharia se ha vuelto loco, pensé. Desde que una vez le viera en una conferencia, “Aula HOY” (en dicha aula he visto a los primeros espadas nacionales), sobre el cambio climático, yo sabía que Toharia es un sabio un poco tronado, que además sabe de música lo que no está en las partituras (toca la guitarra y el piano, canta, compone), pero, la verdad, nunca imaginé que el tiempo produciría en él semejante deterioro mental: ¡atreverse a decir en público que España es un país rico! Madre mía, la que le va a montar el Consejo General de Poder Periodístico, pensé. Pero yo mismo me di la respuesta de inmediato: no podrán ...

La España seca

    Lo decía el libro de geografía de primero de bachillerato, al que proustianamente acudo (y a otros), de vez en cuando, para regresar al aula del instituto El Brocense, milagros de la memoria, ese formidable enigma: en cuanto a las lluvias, España se divide en dos, la España húmeda y la España seca. Prueba de que es cierto lo de las zambullidas proustianas, es que, en una de ellas, pasado un siglo, me di cuenta de que el prólogo era del profesor Hernández Pacheco, catedrático que fuera de geología, Madrid, el cual, entre otras varias facetas, fue pionero en el estudio del clima: en Alcuéscar está enterrado, por si alguien quiere aproximarse a un hombre al que Arsuaga, codirector de Atapuerca, rinde sentido homenaje en “El collar del Neardental”.     “¡Extremadura pertenece a la España seca!” (la interjección es mía), dijera la profesora, el día que tocó el tema, lo recuerdo como si fuera ahora mismo, mientras afuera “llovía mansamente, pero sin parar” ...

Gracias, Espíritu Santo

     En adelante, mis oraciones irán dirigidas mayormente al Espíritu Santo. De bien nacidos es ser agradecidos, y yo nunca le agradeceré lo suficiente a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad (el ordinal no le favorece, ay), el favor que acaba de hacerme: la elección del Papa Francisco. Que uno recuerde de la escuela, es el Espíritu Santo el que ilumina a los cardenales en sus deliberaciones, dada la inmensa trascendencia que tiene lo que se cuece en tan magnificente horno, la Capilla Sixtina, o sea; siempre desde la óptica de los creyentes, claro está.     Voy con el agradecimiento.      Comenzaba yo esta ‘saga’ sobre el interregno papal, hablando de la ingente cantidad de imbecilidades, cretineces, bobadas, chorradas, gilipolleces, mamarrachadas que uno tuvo que leer/escuchar acerca de las causas de la renuncia de Benedicto XVI, no sólo del periodismo en general, sino de parte de esos que se dejan llamar vaticanistas, q...

De calzoncillos y tiempos

    Siglos ha, enterado Luis del Olmo de mis dotes para la parla, fui llamado a una entrevista (lo glosé en estas páginas), a fin de verificar mi preparación como tertualiano (contertulio es lo correcto: Tertuliano es un ‘padre de la Iglesia’, siglo II). En esto que, cual niño Jesús ante los doctores, superadas cientos de cuestiones sobre los asuntos más insospechados, el entonces joven Pedro Jota, con la frialdad facial que le caracteriza, va y me clava el rejón de muerte: ¿de qué color usa los calzoncillos Alfonso Guerra? Lívido me puse: igual que esos concursantes que están a punto de llevarse un saco de billetes, y en la última pregunta lo pierden todo. Mi conocimiento del personaje (yo era un guerrista de molde) no llegaba a tales extremos, ay. No obstante, usando la lógica, y sabiendo que Alfonso es un hombre de hábitos morigerados (al diccionario), con una sonrisa de seguridad, dije: blancos, los usa blancos. Oh, exclamaron los miembros del jurado. Los usa de c...

El Papa y los viejos etarras

     De histórico ha sido calificado por todo el mundo lo del Papa. ¡Anda -me he dicho para mis adentros-, como algunos de la eta! Sí, señor, la renuncia de Benedicto XVI ha merecido el mismo calificativo que un asesino: un hecho histórico, lo del Papa; un dirigente histórico, el etarra. Toma del frasco, Carrasco. ¿Entienden ahora por qué yo me he puesto y me sigo poniendo como una pantera, por escrito y en directo, cada vez que un periodista calificase/califica de histórico a uno de la eta, en lugar de llamarle antiguo, viejo o veterano miembro de la tal? Tendrían ustedes que verme, echando espumarajos por la boca, cada vez que leo/escucho lo del histórico dirigente. Sí, ya sé que eso no es bueno para la salud, que el día menos pensado me va a dar algo malo, una angina, un infarto, un amago, una congestión, pero es que si no descargo en forma de exabruptos los borbotones de adrenalina que la cosa me produce, me quedaría en el sitio, reventado de ira, en el inte....