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Mostrando entradas de marzo, 2014

Lo que le ha faltado a Suárez

    Impresionantes las exequias, fúnebres, claro, que no sé si hay otras, de Adolfo Suárez. Sobre todo, el homenaje de la ciudadanía. De lo cual me alegro cantidad: el personaje, además de su trascendente labor como político (trascendental quedaría excesivamente trascendental), era una bella persona, lo que uno ha dado en llamar “biológicamente bueno”, y yo tengo una debilidad innata hacia las buenas personas (a los bichos malos, ni en puntura). Lo de Suárez, pues, ha quedado visto para sentencia, o sea, que ha sido dicho todo lo que había que decir. O casi todo. Una cosa he echado de menos, empero, en el maratón informativo dedicado a la agonía, muerte y entierro de don Adolfo: la ausencia de la eta en los funerales, banda criminal que tantos funerales causó cuando la presidencia del difunto. Uno, claro, no ha estado pendiente a todas horas de los miles de cadenas televisivas, pero en los ratos dedicados al menester, no ha visto aparecer a la eta por parte alguna. ...

La ambulancia y Suárez

   Hoy tocaba hablar de la ambulancia: la que presuntamente le fuera denegada a la niña de tres años que luego muriese por “una simple varicela”, según he leído en un periódico, no recuerdo cuál, tanto da. Hay que joderse y agarrarse para no caerse: como si la varicela no fuese capaz de producir (excepcionalmente, por fortuna) una convulsión en el sistema inmunológico y llevar a la muerte por una sepsis bacteriana, como sucedió en este caso. Hoy tocaba hablar, ya digo, de cómo un titular periodístico malintencionado (con intenciones aviesamente sensacionalistas) es capaz de levantar una polvareda inmensa, que, como tal polvareda, se ha disipado en cuanto ha pasado un vientecillo con la verdad. “Muere una niña del Condado de Treviño tras serle denegada una ambulancia de Vitoria”. ¿Qué entendió todo el mundo cuando leyó la noticia? Está claro: que la niña murió por la falta de una ambulancia, negada por ser de otra comunidad autónoma. Mentira cochina. No hubo denegación de a...

¿Preguntar es ofender?

    Un astrofísico canadiense, Scott Tremaine, que trabaja en la misma institución donde trabajase el gran Einstein, ha declarado, perdón, ha aseverado (verbo de moda entre los jóvenes periodistas) que la Tierra sería invisible desde la estrella más cercana. Pero hombre, señor astrofísico, eso es como decir que en verano hace más calor que en invierno. Cómo no va a ser invisible, si nuestro planeta apenas se entrevé desde la casa de un vecino, Saturno, el del asombroso anillo, que lo veo yo con mi humilde telescopio en las noches veraniegas de mi pueblo. En efecto, desde las inmediaciones de Saturno, hemos sido retratados por una sonda espacial y aparecemos como un insignificante puntito de luz: “un grano de polvo en el espacio”, que canta el gran Camarón por boca de Lorca, o viceversa. Y eso que Alfa Centauri, que así se llama la estrella más próxima, está muy cerquita de nosotros, a poco más de cuatro años/luz. De las siguientes, ni te hablo: hay que echar merienda para ...

Información sensible

    En España toda, luego de una interminable invernada de desastres concatenados, al fin luce radiante el sol. Y no me refiero a la estrella que nos alumbra y nos da vida, esplendente en estos días, no. Me refiero a otro tipo de alumbramiento. Me refiero a la noticia que hoy ilumina a la totalidad de los hogares españoles: el nacimiento de un nuevo Alberto Isla, hijo primogénito de Chavelita. ¿Que quién es Chavelita? Vamos hombre. En qué mundo vive usted.    El felicísimo evento, que tuvo lugar en la ciudad de Málaga, se produjo mediante cesárea, a la cual no pudo asistir ningún familiar de la joven madre, salvo la abuela materna de Albertito, en su calidad de enfermera, que alguna ventaja tendríamos que tener los sanitarios: cuando operaron a mi hija, yo estuve presente las dos horas, vestido de verde hasta las cejas. Quico Rivera, Paquirrín para el siglo, ni siquiera pudo estar en el antequirófano, que se encontraba en Barcelona, por razones laborales....

De las oposiciones y otros demonios

                                       Hoy, aprovechando que a la misma hora que escribo, miles de enfermeros/as están sufriendo el duro trago de la oposición para obtener plaza en el SES, tenía pensado hablarles en exclusiva de un documento relacionado con un examen, para el 112, que tuvo lugar no ha muchas semanas. “Por si quedaba alguna duda”, dice Santiago Segura, o sea, Torrente, al final de la canción intitulada “Semos diferentes”. Pues bien, para que no quede ninguna duda, mando al periódico copia del papel, cuyo encabezamiento reza así. Ojo al parche:   “Cuestionario de ‘pregusta’ correspondiente al proceso selectivo para el proceso selectivo para el acceso a la condición de personal estatutario fijo en plazas de Diplomados Sanitarios…”    Toma ya literatura fina. Ahí tienen ...