Qué suerte, qué inmensa suerte hemos tenido los españoles de que el avión siniestrado en los Alpes no fuera español. Vamos a ver: cuando se produce una catástrofe aérea en algún lugar remoto de la India, o de África, un suponer, usted no piensa: a saber cómo serán en esos países las revisiones a los aviones y a los pilotos. Pues bien, algo parecido, pero menos, claro, hubiera pensado Europa toda en el caso de que la aerolínea hubiera sido española y el copiloto suicida, de Sabadell, por ejemplo. ¿Qué no? ¿Me van a decir ustedes que la visión que se tiene de la aviación española es la misma que se tiene de la alemana? Vamos anda. Ojo, no quiero decir que a los españoles se nos vea malamente en el resto de Europa, ni hablar, pero no llegamos ni con mucho al prestigio que tienen los alemanes: en la tecnología en general y en la aeronáutica en particular. Con todo fundamento, claro. Por eso, precisamente, ha sorprendido más el flagrante fallo de los servicios médicos y ...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa