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Mostrando entradas de octubre, 2016

Bendita paliza

   Cuando me enteré de la paliza a los guardias civiles en Navarra, lo primero que se me vino a la cabeza fue un atentado acaecido durante los sanfermines, posiblemente porque fui ‘testigo’ tangencial de sus trágicas consecuencias:     Uno por cada lado, los pistoleros introdujeron sendos brazos en el coche y dispararon a bocajarro. En el radiocasete, ajeno a la tragedia, José Luis Perales siguió a lo suyo. Dos días después, fui requerido como médico de urgencias para atender a la jovencísima y palidísima viuda de uno de los guardias civiles acribillado, la cual no dejaba de apretar contra su pecho a su marido muerto en la portada de un diario: “Si no dejas de llorar, te quitamos el periódico”, le dijo alguien. Pobrecita niña. “Los terroristas llevaban al cuello el pañuelo de los sanfermines”, dijeron en la radio. Y aquello, lo de los pañuelos, fue la causa de que, el año pasado, de visita en Pamplona, al pasar por la delegación de Hacienda de dicha ciuda...

Dylan y los Ratones Coloraos

La verdad, no crean que estoy muy contento, perdón, muy feliz (por culpa de folclóricas analfabetas y futbolistas ágrafos, la última vez que escuché "estoy contento", fue en italiano, "sono contento": un ciclista), les decía que estoy contento a medias por la concesión del Óscar de Literatura, o el Nobel, es que me hago un lío, a Bob Dylan. Melómano congénito que es uno, sí, Dylan me cautivó desde el primer instante. Jamás se me olvidará aquel frío y recién afeitado/ cortado atardecer dominical de invierno adolescente en que, luego de llevar algún tiempo tras su armónica, escuché por primera vez en la radio de mis amores, su canción "Lay Lady Lay". No entendí nada, claro (por desgracia, no aprendí latín, perdón, inglés: el latín de nuestro tiempo, según Lázaro Carreter), pero eso no fue impedimento para que la melodía me produjera una extraordinaria impresión, la misma que, medio siglo después, vuelve a producirme cada vez que me la echo a la cara. Y mi...

La genialidad de Monedero

      El otro día, decía yo que si un tío feo y desagradable como Monedero dijera alguna majadería como aquella de Tania Sánchez, lo de los miles de españoles que iban a morir de hambre y tal, le pondría a caer de un burro ipso facto. Hoy, dos semanas después, tengo motivos para decir todo lo contrario. Verbigracia: su asombroso descubrimiento sobre una de las más graves consecuencias de la Santa Transición, que bautizara Umbral, a saber: la muerte de un hombre a manos del todoterreno borracho de Ortega Cano, en la serranía sevillana: “ Lo peor de la Transición es que habilitó a sinvergüenzas para obrar con impunidad. Como cuando un torero borracho mata también a gente (sic)”, ha dicho el profesor (aunque no lo parezca, es profesor), en referencia al libro, “Vida y muerte de Carlos Parra”, que sobre el trágico particular ha escrito la periodista Susana Falcó.   Es que hay que hilar muy fino, finísimo, para llegar a esa asombrosa y sabia conclusión. Deducir ...

La gente guapa (publicado en HOY el 25/9/16)

                                                 LA GENTE GUAPA                                              Agapito Gómez Villa      “Todo se le perdona a la gente guapa”, dijo uno de Hollywood, de cuyo nombre no puedo acordarme. ¿Que no? No me diga que usted no le perdonaría todo a Angelina Jolie, ahora que la pobre se ha quedado sin Brad y sin Pitt. Por esa misma razón yo perdoné en su día a Tania Sánchez cuando dijo aquella barbaridad: “Un cuarto de la población de España puede morir de hambre en los próximos años”. Si aq...

El espíritu de Vara

                                     EL ESPÍRITU DE VARA                                    Agapito Gómez Villa    Dice Manuel Vicent que si Dios hablara, los teólogos se quedarían sin trabajo. (Por entonces, él no sabía que Heidegger, oiga, Heidegger, ya le había dicho a Jesús Aguirre que los teólogos no se callan ni debajo del agua: “Si los teólogos supieran de cierto que Dios no existe, seguirían haciendo teología”.) Alguien dirá que el filósofo no tiene razón, que el dios socialista ya ha hablado y no vean la que se ha liado. Se refieren a Felipe González, claro. Pero Felipe no es dios, ay: “Yo no soy dios -ha dicho en Chile-, aunque ...