El presidente del Perú, don Pedro Pablo (no me atrevo con el apellido), acaba de indultar por razones humanitarias (cáncer de lengua), o sea, por razones políticas, a uno de los tíos más perversos del mundo: Alberto Fujimori. ¿Más perverso que el Charles Manson ése que murió hace unos días en prisión? Mucho más. Desde entonces, miles de personas salen a las calles, protestando la decisión. Nada más enterarme, se me vino a las mientes el Artículo 60 de mis tiempos mozos, años 80, siglo pasado, claro, cuando uno fuera médico de la Institución Penitenciaria (Prisión de Jóvenes). Dicho artículo, aunque con otra numeración, 196.2, continúa vivo, y trata de la libertad para enfermos graves e incurables. Lo conté en su tiempo: me cabe la satisfacción de haber puesto en la calle (con el permiso del juez de Vigilancia Penitenciaria, claro) a un buen puñado de jóvenes con “enfermedad grave e incurable”. En efecto, en cuanto uno de ellos, portado...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa