Hoy, a
las seis en punto de la tarde, comienza el gran acontecimiento nacional, o sea,
el España-Italia. Pero si no les parece mal, y si les parece también, siguiendo
a Brice Echenique, “antes de empezar a hablar, quisiera dirigirles unas
palabras”. He descubierto un asombroso paralelismo entre los futbolistas
italianos y los políticos españoles. Unos y otros han acabado haciendo de su
oficio un arte, el arte de la marrullería, arte que no se limita al terreno de
juego, donde el reglamento es llevado al límite de modo permanente: más de uno
ha desfilado ya camino de los juzgados, en relación con el amaño de partidos,
por la cosa de las apuestas. Algún día, ya lo verán (el paralelismo es un concepto
matemático), les tocará el turno a nuestros políticos.
Al grano.
España comienza su andadura en la Eurocopa con una gran incertidumbre. ¿Torres,
Negredo, Llorente? Eso es lo que muchos se preguntan. Ah, cuán equivocados
están. La gran incógnita es muy otra, sí: saber si ‘la roja’, perdón, perdón,
es que se me había olvidado tomarme la pastilla contra el esnobismo, les decía
que la cuestión radica en saber si las explosivas declaraciones de Xavi influirán
en el rendimiento de la selección. Yo ya les adelanto mi impresión, perdón,
sensación, que es como se dice ahora en los medios deportivos: si España llega
a la final, no se volverá a hablar del particular; pero como caiga eliminada
pronto, Dios y Alá no lo permitan, tendremos Xavi para rato (que me perdonen
los damnificados de Bankia). Para los que no están en el ajo, mayormente a los
seguidores de Belén Esteban, te amo Belén, y de Gran Hermano, he de decir que
Xavi, uno de los mejores futbolistas españoles (Cataluña aún es España) de los
últimos decenios, dijo, no ha muchos días, unas palabras que han conmocionado
al mundo futbolístico patrio. Las palabras no son nuevas, pues que ya las
musitara al acabar un partido contra el Madrid, y que fueran captadas (me niego a decir ‘pilladas’) por un micrófono
indiscreto: “Los jugadores del Madrid no saben perder, son la hostia”. Sin
embargo, en la reciente ocasión, a pesar de no ser novedad, ya digo, han
cobrado especial resonancia, al ser pronunciadas ante los periodistas, aunque
esta vez sin la hostia.
Ni que decir tiene que los teletipos (no sé si
existen ya los teletipos, pero queda muy bonito) comenzaron a echar humo
unánime al instante: “A dos semanas del comienzo de la Eurocopa, Xavi dice que
los del Madrid no saben perder. Se teme que estas declaraciones influyan en el
rendimiento en el terreno de juego”. Y
así, en todos y cada uno de los miles de informativos, o sea, todos, dedicados al
deporte. Es que lo cosa es muy gorda, amigo mío. Podía haber dicho, un suponer,
que los jugadores del Madrid no rezan el “Jesusito de mi vida” cuando van a
acostarse. Pues no, va y se descuelga con lo más demoledor: lo del Madrid no
saben perder. ¿Es o no es para estar preocupados?
Ah, cuánto me acuerdo de Albert Camus, que antes
de ‘fraile’ fuera futbolista profesional en su país de nacencia, Argelia: “Todo
lo que sé de la condición humana lo he aprendido en el fútbol”. Pena me da no
haber sido futbolista.