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La suegra de Cristiano Ronaldo


 Nos lo dijo, conferencia de “Aula HOY”, Martín Ferrand, aquel buen periodista, recientemente fallecido, que se pasó la vida escribiendo artículos muy correctos y sesudos, de política mayormente, de los que no se recuerda ninguno. ¿Usted recuerda algún artículo de Martín Ferrand? Pues será usted el único. Los medios de comunicación, nos vino a decir, nos presentan/fabrican la realidad que conviene a sus intereses político-empresariales. Si lo sabría él, que comió pan de muy diversas tahonas, de una de las cuales, TVE, fuera expulsado, manu militari, nunca mejor dicho, por criticar a los americanos, cuando las atrocidades del Vietnam. El asunto, lejos de haberse mitigado, ha seguido un crescendo rampante, hasta el punto de que hoy los medios están en manos de grupos empresariales y/o ideológicos, léase poder, que les marcan las directrices, que no lo digo yo, lo dice Muñoz Molina, grandísimo escritor: hay periodistas que escriben al dictado de los partidos. Una prueba de lo que digo es lo que sucedió el otro día, que paso a glosar a continuación.

   ¿Hay acaso un acontecimiento mundial de mayor relevancia que la concesión y entrega del balón de oro? ¡La ceremonia de los Oscar! Bien, de acuerdo. Pero inmediatamente después va lo del fútbol, que para eso han puesto todo su empeño los informadores de la cosa, esos pobres acomplejados. Nada más que tienen ustedes que ver lo elegantes que iban todos y todas (sobre todo todas), Messi incluido, con esa chaqueta roja, tan discretita. El mundo todo estuvo pendiente del espectacular evento. Como estaba previsto, el merecidísimo ganador fue Cristiano, el futbolista que está llamado a ser el más grande de todos los tiempos, el semidiós, que le llama Jiménez Losantos, periodista tan viperino como listo: “inteligente hasta el peligro”, dijera de él Umbral, el inefable. Pues bien, apenas Cristiano habíase enjugado las lágrimas rituales, cuando aún los informativos de todo el mundo continuaban abriendo con la aurífera noticia, casi a la misma hora que el gran CR se hacía la multitudinaria foto con todos los compañeros de fatigas de Valdebebas, cuando todo eso, iba diciendo, algo sucedió en el entorno familiar del héroe. La madre de Irina Shayk, su espectacular novia, sufrió un accidente, no muy grave, por fortuna, al caerse sobre una estufa, cuando la pobre mujer salía de la sauna. Lo lógico y natural es que los mismos medios que se volcaron con su futuro yerno, se hubieran hecho eco de la noticia. Pues nada, silencia absoluto. Oiga, que no estoy hablando de una cualquiera, con perdón: estoy hablando de la futura suegra de la más rutilante estrella del momento. Los medios, una vez más, fabricaron la realidad a su antojo, o sea, ignoraron la noticia. Salvo uno de ellos,  TVE, a la que doy las gracias públicamente. Sólo TVE, ya digo, que no obedece a intereses político-empresariales alguno, le dedicó a la noticia el espacio que merecía. El resto, ni flores. Ah, también habló de la delicada salud de otra personaje relevante: el hermano de María José Campanario, Diego. Y del primer biberón de Sandra, la nieta sietemesina de Bertín Osborne. Y del entierro de un primo de Miguel Bosé. Y de Ortega Cano y su hijo. Y de Paquirrín, claro.

  Quién le hubiera dicho a Martín Ferrand que TVE sería nuestra salvación.

 

 

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