Cada Semana Santa, me gusta repetir ciertos ritos, en mi pueblo, claro (los bañadores, como las bicicletas, son para el verano). Verbigracia: volver a leer la primera incursión que el eminente cardiólogo, Valentín Fuster, hiciera, medio siglo ha, en un tratado de medicina interna, el "Farreras"; y escuchar la radio en la madrugá por antonomasia, sea cual fuere el significado de antonomasia, que diría el buen escritor/articulista, Juan José Millás. De noche, elijo siempre Radio Nacional de España, no porque se llame así, "Nacional de España", casi nada, sino porque es la única emisora que a diario mantiene un dignísimo nivel en dicha franja horaria. Como es lógico y natural, la hora está dedicada al tema del día: historia y presente de las procesiones que adornan la nocturna y anchurosa geografía patria (perdón por lo de patria: es que así se decía antes y a uno no le acusaban de nada). Pues mira tú por dónde, luego de haber escuchado, entre otras maravillas, una saeta en la voz más poderosa/portentosa/prodigiosa que uno haya oído jamás en tan difícil arte (la saeta es un arte aparte), la de Rocío Jurado, qué derroche de poderío, Dios mío, "exceso de garganta", se llama esa figura, les iba diciendo que, como a eso de las tres y media, le toca el turno a lo nuestro: <<"Las de Cáceres son las únicas procesiones extremeñas que tienen la consideración de "Interés Turístico Internacional".>> Lo de Interés Turístico lo entiendo perfectamente, lo que no me cuadra es lo de Internacional. A mí, por culpa de los comentaristas del fútbol, esos modernos genios de la tribu, decir internacional y acordarme de ciertos jugadores es todo uno. Tan es así que hasta el río Tajo me parece un futbolista: Tajo Internacional le llaman, en lugar de haberle llamado Tajo Fronterizo, que es lo que corresponde. ¿O no? Lo cual que si el Tajo es internacional, sus aguas penúltimas son internacionales, como la inmensas procelas donde a diario perecen ahogados muchos desgraciados. Total, que me imagino yo, en su tiempo, a unos señores muy serios diciendo/deliberando: las procesiones de tal y tal ciudad son muy vistosas, ¿por qué no las declaramos de Interés Regional? Ea, declaradas quedan. Y unos años después: ¿no os parece que lo de Regional se queda corto en algunos casos? Pues tienes razón. Yo creo que, para diferenciarlas de las más corrientitas, deberíamos darle la vitola de "Interés Nacional", porque diferencia hayla. Totalmente de acuerdo. Queda aprobado el nombramiento por unanimidad. Pero claro, comoquiera que, entre las nombradas "Nacionales", no todas eran iguales, a alguien se le ocurrió crear una `competición` supranacional: algo así como la champion´s de las procesiones. Y se inventaron lo del "Interés Turístico Internacional". Con lo cual, las procesiones quedaron equiparadas a ciertos futbolistas y al Tajo Fronterizo y a las aguas marinas que no son de nadie. Es tal el vicio que el personal tiene con la internacionalidad, que ¿cómo creen ustedes que han llamado a la muy loable Unidad donde se atiende a los niños enfermos provenientes de otros países, lo que antes se llamaba el extranjero?: "Unidad del Niño Internacional". Toma ya. Y los pobrecitos, sin saberlo. En adelante, Serrat tendrá que cambiar la letra de su bella canción, "Vagabundear": "No me siento internacional en ningún lugar". En fin.
Cada Semana Santa, me gusta repetir ciertos ritos, en mi pueblo, claro (los bañadores, como las bicicletas, son para el verano). Verbigracia: volver a leer la primera incursión que el eminente cardiólogo, Valentín Fuster, hiciera, medio siglo ha, en un tratado de medicina interna, el "Farreras"; y escuchar la radio en la madrugá por antonomasia, sea cual fuere el significado de antonomasia, que diría el buen escritor/articulista, Juan José Millás. De noche, elijo siempre Radio Nacional de España, no porque se llame así, "Nacional de España", casi nada, sino porque es la única emisora que a diario mantiene un dignísimo nivel en dicha franja horaria. Como es lógico y natural, la hora está dedicada al tema del día: historia y presente de las procesiones que adornan la nocturna y anchurosa geografía patria (perdón por lo de patria: es que así se decía antes y a uno no le acusaban de nada). Pues mira tú por dónde, luego de haber escuchado, entre otras maravillas, una saeta en la voz más poderosa/portentosa/prodigiosa que uno haya oído jamás en tan difícil arte (la saeta es un arte aparte), la de Rocío Jurado, qué derroche de poderío, Dios mío, "exceso de garganta", se llama esa figura, les iba diciendo que, como a eso de las tres y media, le toca el turno a lo nuestro: <<"Las de Cáceres son las únicas procesiones extremeñas que tienen la consideración de "Interés Turístico Internacional".>> Lo de Interés Turístico lo entiendo perfectamente, lo que no me cuadra es lo de Internacional. A mí, por culpa de los comentaristas del fútbol, esos modernos genios de la tribu, decir internacional y acordarme de ciertos jugadores es todo uno. Tan es así que hasta el río Tajo me parece un futbolista: Tajo Internacional le llaman, en lugar de haberle llamado Tajo Fronterizo, que es lo que corresponde. ¿O no? Lo cual que si el Tajo es internacional, sus aguas penúltimas son internacionales, como la inmensas procelas donde a diario perecen ahogados muchos desgraciados. Total, que me imagino yo, en su tiempo, a unos señores muy serios diciendo/deliberando: las procesiones de tal y tal ciudad son muy vistosas, ¿por qué no las declaramos de Interés Regional? Ea, declaradas quedan. Y unos años después: ¿no os parece que lo de Regional se queda corto en algunos casos? Pues tienes razón. Yo creo que, para diferenciarlas de las más corrientitas, deberíamos darle la vitola de "Interés Nacional", porque diferencia hayla. Totalmente de acuerdo. Queda aprobado el nombramiento por unanimidad. Pero claro, comoquiera que, entre las nombradas "Nacionales", no todas eran iguales, a alguien se le ocurrió crear una `competición` supranacional: algo así como la champion´s de las procesiones. Y se inventaron lo del "Interés Turístico Internacional". Con lo cual, las procesiones quedaron equiparadas a ciertos futbolistas y al Tajo Fronterizo y a las aguas marinas que no son de nadie. Es tal el vicio que el personal tiene con la internacionalidad, que ¿cómo creen ustedes que han llamado a la muy loable Unidad donde se atiende a los niños enfermos provenientes de otros países, lo que antes se llamaba el extranjero?: "Unidad del Niño Internacional". Toma ya. Y los pobrecitos, sin saberlo. En adelante, Serrat tendrá que cambiar la letra de su bella canción, "Vagabundear": "No me siento internacional en ningún lugar". En fin.