Vaya faenita que le acaban de hacer las
urnas a don Guillermo Fernández Vara. ¿Faenita? ¡Pero si va a volver a la presidencia del Gobex, perdón de la
Junta! Precisamente por eso. Me lo imagino más contento que unas castañulas,
preparando la retirada a sus cuarteles médico-forenses de los que
procede, ilusionado asimismo con devolverle a su familia el tiempo que le ha
hurtado en los últimos años, y resulta que va y gana las elecciones: a quién se le
ocurre. Con lo bien que le hubiera venido el triunfo al señor
Monago. De haberlas perdido, creo que en lo personal no le hubiese supuesto
ningún disgusto, tal que les sucede a otros muchos que fuera de la política no
tienen donde caerse muertos (con el pecado llevan la penitencia).
Lo cual que lo siento, don Guillermo. Lo
siento por usted, pero me alegro por Extremadura. ¿Porque ha ganado el PSOE? No,
no: no es por eso: hace cuatro años me alegré del
triunfo del PP. Me alegro porque me gusta más la alternacia que a un tonto
una tiza, única manera de que los políticos no cojan malas mañas y de
camino no se crean el ombligo del mundo, tentación a la que muchos sucumben, los
pobrecitos. Bueno, y me alegro también porque Extremadura vuelve a
tener al frente a un hombre, si no brillante, sí
dotado de un don
tal valioso como escaso entre los políticos: la sensatez.
Es que don Guillermo es, sí, una
rara avis en el proceloso mundo de la lucha por el poder, en pos del cual no
tuvo la necesidad de luchar en sus comienzos, sino que le vino como caído del
cielo, bueno, del chalet de al lado. Recoje Umbral una cosa que dijo Hitler
sobre Franco, puestas que tenía sus complacencias en Mola, muerto en accidente de avión:
"Franco está en la historia como Pilatos en el Credo". Pues lo mismo don
Guillermo, salvando las inmensas distanticas, claro. ¿Habríase dedicado a la política el
señor Vara, de no haberse encontrado con el señor Ibarra? Lo dudo. Fascinado
por la gran formación de un número uno en las oposiciones a forense (yo no me hice forense de
milagro), seguro estoy de que Ibarra dijo lo mismo que Franco la primera vez
que recibió a Fraga: "Que lo nombren algo inmediatamente". Y lo
nombraron director general al día siguiente (a Vara). De allí a a la presidencia,
sólo era cuestión de tiempo.
A uno, cada vez que sale a relucir don
Guillermo, le viene a las mientes el forense-político por antonomasia. Quién va a
ser: Salvador Allende. Cuenta Neruda, que le acompañó
en más de una
campaña electoral por la interminable geografía chilena, que don Salvador
llegaba deprisa y corriendo a cualquier pueblo, dirigía unas palabras a la
concurrencia y a continuación volvía a dormirse en el coche, camino del pueblo siguiente. No dice nada de
que se desgañitase hablando ni nada por el estilo. Por eso pienso que don Salvador
se habría llevado una gran sorpresa de haber visto a su colega Guillermo en el
mitin de cierre de campaña el otro día en Cáceres, desaforado, desencajado, fuera de sí. Borre esas imágenes, señor Vara.
Qué dirían de ustes sus nietos el día de mañana.
Otra vez será, don Guillermo.