Anda y que no tenía yo ganas de hincarle
el diente al asunto; para lo cual, me veo obligado a pasar por encima del
cadáver de la joven encontrado en el pantano de Alange, muerta, presuntamente,
a manos de su marido, amante, compañero o lo que sea, seguramente porque la
difunta no le habría prestado la debida obediencia, según las últimas
enseñanzas de un obispo, esta vez el de Toledo, que parece que ahora le ha dado
a los monseñores por meterse a redentores de algo que no tiene redención
posible: brindis al sol se llama esa figura. Señores prelados, apréndanselo de
una vez: es imposible saber lo que se cuece en los fogones de todas las
parejas, ¡son millones¡, y por tanto, es de todo punto imposible prevenir los
estallidos violentos con resultado de muerte. Me apuesto lo que quieran (una
misa concelebrada) a que no hay manera de bajar de sesenta el número de
asesinadas cada año. En fin.
Como les decía, tenía yo muchas ganas de tratar
un asunto mucho más bajuno incluso que el de la telebasura: la ‘deporbasura’. Y
mira por dónde (no hay nada como saber
esperar), me lo ha ido a poner en bandeja, qué casualidad, un jugador que no se
distingue precisamente por sus buenos modales futbolísticos, Dani Alves. Pero
la verdad es la verdad, la diga Agapitón, perdón, Agamenón, o la diga su
porquero: “Sois p… basura”, le ha espetado a unos periodistas. ¿Quiere esto
decir que todos los periodistas deportivos son basura? Calla hombre, calla. En el
periodismo deportivo, como en todas las profesiones, hay gente estupenda y como
tal, realizan su labor profesional de una manera dignísima, pues que ya lo dijo
Belmonte: “Se torea como se es”. Pero no es menos cierto que en ese mundillo
hay gente que se dedica, no a la información deportiva, sino a chapotear en los
más bajos y sucios fondos que rodean al fútbol (es de lo que viven). Les
recuerdo que tiempo ha ya les conté indignado cómo ciertos señores, es un
decir, de cierta tele, se dedicaron a poner en letra impresa los insultos de la
grada dirigidos a Cristiano: “Ese portugués, hijo p… es”. Muy edificante. Pero
no conformes con eso, y a pesar de que se les llena la boca con su contribución
a la lucha contra la violencia en el fútbol, volvieron a hacer lo mismo con
otro: “¡Pepe, asesino!”. Ítem más: ¿hay algo más futbolístico que la muerte del
hincha de un equipo a manos de los hinchas de otro? Pues bien, cuando los del
Atlético de Madrid mataron a uno del Coruña, perdón, del Dépor, Jimmy se llamaba
el pobre finado, varias semanas estuvieron emitiendo una y mil veces las
imágenes de un cuerpo arrojado al Manzanares, y lo que te rondaré morena, o
sea, todo lo relacionado con la cuestión judicial subsiguiente, asunto muy futbolístico
como se sabe. O sea, que va a tener razón Dani Álves.
Que por qué veo yo esos programas: por culpa
de Joaquín Sabina, que dice que ve mucha telebasura para empaparse de las
vilezas del género humano. No, yo los veo cuando estoy con mis nietos, que no
he sido capaz de quitarles de la cabeza que están siendo envenenados por un
programa que es pura basura: “Deportes Cuatro”.