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Escándalo eurovisivo


    La que se ha montado en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Inglaterra para los amigos. Humo están echando las más altas instituciones, todavía. No es para menos. Me refiero a la polvareda provocada por los jóvenes Joe & Jake, con su actuación en Eurovisión, que no por anunciada ha sido menos escandalosa. Antes de nada, he de decirles que dicho evento tiene resonancias épico-nostálgicas para los de mi generación: los jóvenes no se imaginan lo que supuso para nosotros, últimos años de la preterida dictadura, el triunfo de Massiel, requerida que fuera con premura, ante la pretensión de Serrat de cantar en catalán, a quién se le ocurre. Esa es una de las razones por las que, de siempre, uno sigue las peripecias de dicho certamen desde los albores de cada edición. Y por eso, lo que para muchos españoles fue anoche una gran sorpresa, para mí no lo fue: lo supe días atrás. Síganme.  

   Resulta que, hace unas fechas, buceando en YouTube, impagable ‘musicoteca’ universal (allí he descubierto la asombrosa genialidad/versatilidad de Lady Gaga), en busca de la 'caída' de la guapa representante española, Barei, me topo con lo inesperado. Si no lo veo, no lo creo: ¡Joe & Jake cantarán en español! (cuando escribo, aún no se ha celebrado el festival, claro es). “No estás sola”, se llama la canción.

   ¿Entienden ahora el porqué de lo dicho al principio? Ardiendo están las instituciones británicas, ya digo, empezando por la Corona, siguiendo por ambas cámaras, las del parlamento, claro, siguiendo por el 10 de Downing Street, y así hasta el más humilde de los estamentos del otrora todopoderoso imperio. No hablo de la RAE británica, porque ellos no tienen academia equivalente, tal que existen en Francia y España. Pero ya se pueden imaginar las invectivas, o dicterios, tanto da, que han proferido las autoridades en materia idiomática, a saber: los directores de los más prestigiosos diccionarios. De “complejo de inferioridad y papanatismo”, ha calificado el hecho el responsable supremo del Oxford English Dictionary. El del Collins no se ha andado con remilgos: ha dicho que le parece una “estupidez”. No les cabe en la cabeza que hayan decidido cantar en un idioma, el español, que en Europa sólo lo hablan 45 millones de personas, cuando su idioma natal, el inglés, lo habla medio mundo: el latín de nuestro tiempo, que dijera Lázaro Carreter. Y para más inri, en el año en que se conmemora el cuarto centenario de la muerte del sumo sacerdote de la lengua inglesa, Shakespeare.

   Imagino lo contento que debe de estar el famoso locutor, Joseph Marie Ignigho, que lleva años clamando en defensa del inglés. “Lest's talk in english, milks!” (Hablemos en inglés, ¡leches!) se llama la sección semanal que el bigotudo comunicador realiza en el programa radiofónico, de gran audiencia, que en la BBC dirige la brillante periodista Phepa Fernández, “Today's not a given day” (“No es un día cualquiera”).

  Por lo visto, los chicos han dicho que respetan mucho su lengua, pero que decidieron cantar en español porque dicho idioma va mejor para su tipo de música. Y, a lo que se ve, no ha habido manera de impedirlo. En España, no lo hubiéramos permitido, desde luego.

  Cosas veredes, amigo William.

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