¿VOX EXTREMA DERECHA?
Agapito Gómez Villa
No ha muchos días, leo en este periódico: “Una aplicación del móvil permite saber cuándo llega el bus a la parada en Badajoz”. Tiempo después: “Crean en Navalmoral una aplicación móvil para realizar trámites administrativos”. Raro es, pues, el día que no se crea alguna cosa de ese jaez.
Ustedes perdonen, pero me da como la sensación de que el personal se animó a crear aplicaciones por doquier desde el día que uno tuvo la luminosa iluminación de inventar el sistema para calcular de forma inequívoca una cosa que andaba por ahí, por esos mundos etéreos de la subjetividad. Me refiero a la relación calidad/precio. Con mi sistema, se acabaron las subjetividades: metes los datos en la aplicación y te sale la respuesta exacta. Mismamente, la aplicación, de mi invención, asimismo, para averiguar en qué fila del súper, o gasolinera, tienes que colocarte para tardar menos tiempo en ser atendido. La inventé en defensa propia: no sé qué maña me daba, pero siempre me colocaba en la que más se demoraba.
En fin, que siguiendo mi aficiones/propensiones a inventar aplicaciones, a la vista del embrollo que se ha formado con la erupción de VOX (ha sido como esos volcanes que explotan de forma inusitada), hay un debate social que no acaba de sedimentarse. Me refiero a la hora de situar dicha formación en el espectro político, que unos sitúan en la derecha de toda la vida y muchos en la extrema derecha. Como muestra dos botones: preguntado Carlos Herrera al respecto por el ‘Follonero’, díscolo periodista que habla de sus ancestros andaluces, siendo como son garrovillanos, el influyente comunicador, dijo que él la situaría en la “derecha radical”. El otro: Manuel Valls, ex primer ministro francés, candidato a la alcaldía de Barcelona, ha dicho: “Voz tiene las tesis de toda la extrema derecha de Europa”.
Pero no crean que la cosa se me vino a las mientes por la opinión de dichos personajes, no. Lo mío viene de atrás. Me explico: socialista que carril que fui durante siglos, mucho antes de que se inventase VOX vengo diciendo en estas páginas que el sistema de las Autonomías, sobre todo algunas transferencias, son un desgraciado dislate. Por ejemplo: lo de las diecisiete tarjetas sanitarias, que hace tiempo denosté y de las que ahora habla todo el mundo. Por ejemplo: el parlamento extremeño, una institución perfectamente prescindible. En resumen, que uno tenía la necesidad de saber dónde se encontraba ideológicamente. Y hete aquí que gracias a mi sistema, me he quedado más tranquilo: no me sale que soy de extrema derecha, me dice que soy un socialista de derechas. Como se lo cuento.
En fin, que gracias a mi invento, se acabó la discusión. Mi opinión es que, de los millones de votantes de VOX que se avecinan, ya lo verán, sólo a una minoría le saldrá en el móvil que son de extrema derecha; el resto, o sea, a la gran mayoría les pondrá que son de centro-izquierda, otros de centro de derecha, e incluso algunos de izquierda.
Post scriptum: estoy preparando otra aplicación para averiguar cuándo un yijadista se ha radicalizado por completo, para que no suceda como hasta ahora, que detienen a individuos que a los que les faltan varias semanas, con lo cual, a los jueces no les queda más remedio que ponerlos en libertad.
Agapito Gómez Villa
No ha muchos días, leo en este periódico: “Una aplicación del móvil permite saber cuándo llega el bus a la parada en Badajoz”. Tiempo después: “Crean en Navalmoral una aplicación móvil para realizar trámites administrativos”. Raro es, pues, el día que no se crea alguna cosa de ese jaez.
Ustedes perdonen, pero me da como la sensación de que el personal se animó a crear aplicaciones por doquier desde el día que uno tuvo la luminosa iluminación de inventar el sistema para calcular de forma inequívoca una cosa que andaba por ahí, por esos mundos etéreos de la subjetividad. Me refiero a la relación calidad/precio. Con mi sistema, se acabaron las subjetividades: metes los datos en la aplicación y te sale la respuesta exacta. Mismamente, la aplicación, de mi invención, asimismo, para averiguar en qué fila del súper, o gasolinera, tienes que colocarte para tardar menos tiempo en ser atendido. La inventé en defensa propia: no sé qué maña me daba, pero siempre me colocaba en la que más se demoraba.
En fin, que siguiendo mi aficiones/propensiones a inventar aplicaciones, a la vista del embrollo que se ha formado con la erupción de VOX (ha sido como esos volcanes que explotan de forma inusitada), hay un debate social que no acaba de sedimentarse. Me refiero a la hora de situar dicha formación en el espectro político, que unos sitúan en la derecha de toda la vida y muchos en la extrema derecha. Como muestra dos botones: preguntado Carlos Herrera al respecto por el ‘Follonero’, díscolo periodista que habla de sus ancestros andaluces, siendo como son garrovillanos, el influyente comunicador, dijo que él la situaría en la “derecha radical”. El otro: Manuel Valls, ex primer ministro francés, candidato a la alcaldía de Barcelona, ha dicho: “Voz tiene las tesis de toda la extrema derecha de Europa”.
Pero no crean que la cosa se me vino a las mientes por la opinión de dichos personajes, no. Lo mío viene de atrás. Me explico: socialista que carril que fui durante siglos, mucho antes de que se inventase VOX vengo diciendo en estas páginas que el sistema de las Autonomías, sobre todo algunas transferencias, son un desgraciado dislate. Por ejemplo: lo de las diecisiete tarjetas sanitarias, que hace tiempo denosté y de las que ahora habla todo el mundo. Por ejemplo: el parlamento extremeño, una institución perfectamente prescindible. En resumen, que uno tenía la necesidad de saber dónde se encontraba ideológicamente. Y hete aquí que gracias a mi sistema, me he quedado más tranquilo: no me sale que soy de extrema derecha, me dice que soy un socialista de derechas. Como se lo cuento.
En fin, que gracias a mi invento, se acabó la discusión. Mi opinión es que, de los millones de votantes de VOX que se avecinan, ya lo verán, sólo a una minoría le saldrá en el móvil que son de extrema derecha; el resto, o sea, a la gran mayoría les pondrá que son de centro-izquierda, otros de centro de derecha, e incluso algunos de izquierda.
Post scriptum: estoy preparando otra aplicación para averiguar cuándo un yijadista se ha radicalizado por completo, para que no suceda como hasta ahora, que detienen a individuos que a los que les faltan varias semanas, con lo cual, a los jueces no les queda más remedio que ponerlos en libertad.