Ir al contenido principal

PEDRO SÁNCHEZ, EL RESPETUOSO

Una vez más, Pedro Sánchez ha demostrado ser un hombre como Dios manda: respetuoso a más no poder, entre otras muchas virtudes. Todo el mundo sabe que cada Comunidad Autónoma es un pedazo del Estado Español, que así decía el rojerío antañón, que parecía que les quemaba en la boca la palabra España. ¿Queréis decirme, baldados mentales, de dónde coños viene el adjetivo ‘Español’. ¿De Rusia, acaso? Mataros habría sido poco. Por papanatas. Continúo. Todo el mundo sabe, asimismo, que el presidente de una Comunidad Autónoma es el representante de España en su territorio, que sólo hay que comprobar la alegría con la que algunos llevan la españolidad. El presidente de la Generalitat, sin ir más lejos: Aragonés (con ese apellido, cualquiera). Y por último, las banderas autonómicas, españolas todas por los cuatro costados. ¿O no? Aquí quería yo llegar, para enlazar con lo del principio: lo respetuoso que es nuestro eximio presidente. En efecto, Pedro Sánchez es tan respetuoso con los símbolos nacionales, que el otro día, en su visita a la Generalitat, no dudó en inclinarse ante la bandera catalana. Como está mandado. Para que luego digan algunos que va lanzado a descuartizar España. Pero no lo fue menos el presidente catalán con la bandera de todos los españoles: en cuanto Sánchez acabó de intervenir, mandó retirarla. ¿Para que no le hiciese sombra a la senyera? Qué va. ¿Por aversión a todo lo español, tal vez? Calla, mujer. De eso ni parler. Muy al contrario, lo hizo con una intención muy noble, a saber: para evitar su deterioro por la intemperie, que de eso entiendo yo algo. Mi amigo ANV, cuya casa visito con frecuencia, tiene una bandera en un armario de maderas nobles, cuya fachada es de cristal. Años lleva allí y siempre está impecable. Las cámaras de televisión recogieron la genuflexión cervical de Sánchez, ustedes ya me entienden, pero, sin saber por qué, no emitieron el emotivo tratamiento de Aragonés a la enseña constitucional. Pues sepan ustedes que, una vez retirada, antes de guardarla en un arcón, en contra de lo que cuentan malas lenguas -que si le producía asco su presencia y todo eso que se dice-, no sólo la besó, como hiciese el día de la jura de bandera, sino que se arrodilló ante ella con unción. Ésa es la verdad y toda la verdad sobre el particular, digan lo que digan los periódicos ultraderechistas y tendenciosos, casi todos. ¿Ustedes creen que Pedro Sánchez hubiese consentido que la bandera nacional fuese ninguneada, humillada, vituperada en una institución española, la sede del gobierno catalán? Vamos anda. Conociendo como se las gasta, seguro estoy de que la habría agarrado por el mástil y se habría liado a mamporros con los ‘Aragoneses’. Bonito es Pedro para estas cosas. Deseando estoy de que vuelva por aquí, aunque sea a inaugurar otra vez el tren ‘a pilas’ que inaugurase el verano pasado entre llamas forestales: para verlo inclinar la cabeza ante la bandera de Extremadura. Ya lo verán.

Entradas populares de este blog

MUFACE Y LA MINISTRA IGNORANTE

Me lo dijo mi dilecto amigo, Manuel Encinas, más de cuatro décadas ya: “Abre la consulta”. Y como el consejo venía de una persona que tenía muchos dedos mentales de frente, abrí la consulta. Total, que toda la vida he trabajado para la seguridad social y para MUFACE, el funcionariado, mayormente de la docencia. Incluso me dio tiempo de ser médico de la institución penitenciaria, diez años. O sea, que conozco el paño como el primero. Por eso, cuando el otro día leí que la ministra de sanidad mostraba su decepción por la continuidad de MUFACE, me dije para mí: “Esta mujer no sabe lo que dice”. Nadie discute que el sistema nacional de salud, la seguridad social de toda la vida, es de lo mejorcito que hay por esos mundos de Dios: gracias al sistema MIR, claro, que no es otro el secreto. Pero no es menos cierto que, teniendo como tiene el funcionariado la posibilidad de elegir entre el sistema nacional y el de MUFACE, al iniciar su andadura profesional, y una vez al año para cambiars...

Dos soles y cuatro lunas

  Pasado mañana, a las doce en punto de la noche, despediremos un año, y un instante después, estrenaremos uno nuevo. Y la Tierra, que es la madre del cordero, sin enterarse de la misa la media. ¿Por qué digo esto? Hombre, está muy claro. ¿Qué es un año? Un año, lo saben muy bien los niños, es el tiempo que pasa entre los regalos de un cumple y los del cumple siguiente. Aniversarios infantiles aparte, un año, como es sabido, es una medida astronómica: el tiempo que la Tierra tarda en completar una vuelta alrededor del Sol, a la módica velocidad de 108.000 km por hora, con lo que dónde coños estaremos cuando acabe de escribir esta columna. (Si a eso le añadimos que el Sol se está moviendo a una velocidad infernal, en derredor del centro de la galaxia, la Vía Láctea, y que nuestra galaxia se aleja como un rayo de las galaxias vecinas, ya tenemos el lío montado. Ah, se me olvidaba decir que la Tierra también gira sobre sí misma. Con todo ese jaleo de movimientos, no me extraña nad...

DE LOS ALERTEROS Y LOS POLÍTICOS

Se han pasado el verano acojonando al personal con alertas por la caló (les gusta más una alerta roja que a un tonto una tiza), y para una vez que han podido lucirse, la DANA valenciana, ha pasado como en el cuento del lobo. Me refiero a los saltimbanquis/as que han convertido una ciencia, la meteorología, en un espectáculo circense, que lo único que les falta es comenzar sus intervenciones como aquellos genios que hubo: “¿Cómo están ustedeeees?” Tendrían que aprender del profesor Jorge Olcina (COPE) y de José Miguel Viñas (Rne), o de Mario Picazo, físicos todos, unos señores que tratan la meteorología con un rigor y una seriedad que da gusto, no como esa pandilla de histriones/as, ya digo, que parece que fueran ellos los hacedores del clima. Así les ha lucido el pelo con la “DANA más catastrófica del siglo”, que es como titulan ‘los otros’ a todas horas, tal que si estuviéramos ya en el 2099. Dice José Antonio Maldonado, físico también, que no entiende por qué se tard...