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LA IMPORTANCIA DEL ORDEN ALFABÉTICO (publicado el 12-9-21)

LA IMPORTANCIA DEL ORDEN ALFABÉTICO Agapito Gómez de la Villa Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia, La Rioja, Navarra, Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana y País Vasco. ¿Les suena, verdad? Supongo que no les habrá pasado inadvertido (no desapercibido) cual es la CCAA que precede a Extremadura. Es que la cosa tiene su mucha importancia, muchísima. Más de lo que parece. Me explico. Acaba de ser desempolvada una norma, cuasi olvidada por no usada, que dice que cuando una CCAA renuncia a una partida presupuestaria, dependiente del gobierno central, vamos, lo que antes se llamaba gobierno de España, dichos dineros pasarán a la CCAA siguiente, según el orden alfabético. Estoy hablando, claro es, de lo que ha acontecido en Cataluña: la Generalitat acaba de renunciar, de facto, a una ingente pila de millones (1.700), destinados a la ampliación de El Prat, alegando para lo cual daños mediambientales, misma razón que aducen los cacereños 'litienses' (ojo, he dicho 'litienses': litigantes del litio) y los de las grullas de Valdecañas. ¿Se habrán vuelto locos los catalanes?, se pregunta el personal. Y con razón. Es que jamás una CCAA había rehusado una asignación monetaria, ni grande ni chica, desde que entrase en vigor la citada norma (de ahí que casi nadie recordase su existencia). Si a eso le añadimos que la acción la ha llevado a cabo la CCAA que, desde muchos siglos atrás, se ha dedicado a esquilmar de modo implacable, sistemático (chantajes independentistas recientes), las riquezas de la nación española, la sorpresa es aún mayor. "Dicha partida será aplicada a infraestructuras de la Comunidad Autónoma siguiente, según el orden alfabético", reza el BOE correspondiente. ¡Extremadura! Extremeños todos: con esa ingencia monetaria, ya tenemos dinero para acometer la obra más perentoria que tiene nuestra tierra, con mucha diferencia, don Guillermo, lo que yo le diga a usted: la autovía Cáceres-Badajoz, cuya construcción iría para largo, si la seguimos dejando en manos del gobierno central. Es que va siendo ya una vergüenza insoportable comprobar cómo ambas capitales continúan comunicadas por una carretera del alto medievo, sí, señor Ibarra. Si sobrare algún euro, para el hospital de Cáceres; pero primero, la carretera. Del tren ya se ha encargado el hombre cuya palabra es la más firme que ha habido en España, desde tiempos de los Reyes que acaban de ser 'desterrados' de Barcelona: "Para finales del 2022, querido Guillermo" (si Sánchez no cumple, a escobazos con él). No me digan que no habría sido bonito. Esto me pasa por estar a todas horas leyendo a García Márquez, Juan Rulfo y demás compañeros mártires, sumos sacerdotes del "realismo mágico", gloriosa corriente literaria cuyo primer oficiante, según el premio Cervantes, Jorge Edwards, fue el autor del Quijote: sólo hay que ver las cosas que se le ocurrían a don Alonso Quijano. Enhorabuena a todos los extremeños. Nos ha tocado la lotería. Alguna vez tenía que ser. Viva el orden alfabético (nada que ver con el Betis: esto es cosa de los griegos).

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