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DEL CEREBRO Y SUS SANADORES (publicado el 26-9-21)

DEL CEREBRO Y SUS SANADORES Agapito Gómez de la Villa La doctora De Mingo, que siendo residente en un hospital de Madrid, matase a tres personas, ha vuelto a liarla gorda: el otro día apuñaló a un par de mujeres. El suceso ha devuelto a la palestra las enfermedades mentales, la esquizofrenia más concretamente, enfermedad que padece la doctora. De la mente y sus sanadores quería hablarles hoy. Por lo visto, fue Albert Camus el que dijo que todo está dicho, pero hay que recordarlo porque a la gente se le olvida. En efecto, hace lo menos siete lustros escribí un artículo del mismo tenor que el presente. Aquél lo 'colgué' de una cosa que dijo, con tono claramente despectivo, un profesor de prácticas, medicina interna, Salamanca, refiriéndose a un paciente que andaba por allí: "Ése lo da de la torre", o sea, de la cabeza, o sea del cerebro. Se conoce que él consideraba más importantes otros órganos corpóreos, tiempos en los que se llamaba loqueros a los psiquiatras. Pues bien: "El cerebro es el órgano más complejo del universo, no en vano ha tardado quinientos millones de años en formarse", leí hace una glaciación en un libro de la colección RTV: "La mente humana". Eso ya sería suficiente para darle primacía, pero no son quinientos: él cerebro es la culminación de miles de millones de años de evolución (3.500-4.000). Peripecias biológicas aparte, es tal la grandiosidad de dicho órgano, que no sólo radican en él las más altas capacidades intelectivas, sino que ningún otro puede 'presumir' de albergar en sus profundidades uno de los tres grandes arcanos de la existencia, sí: la conciencia (inteligencia sin conciencia la hay a patadas en la naturaleza). Los otros 'misterios' irresolutos son: el minuto cero del universo y la aparición de la vida. ¿Me van siguiendo? En el sitio menos pensado, salta la liebre: Michael Douglas, grandísimo actor, penúltimo XLSemanal: "En esta profesión no puedes tomarte demasiado en serio ( ). Como algunos deportistas ( ). Los respeto pero no son ni neurocirujanos ni primeros ministros". Ahí está. Podría haber dicho cirujanos cardiovasculares, pero no, dijo neurocirujanos, que mira tú por dónde son los que acceden a las celdas más recónditas del órgano más complejo del universo, obrando lo más parecido a lo que se conoce como milagros. Ahora bien, a pesar de los milagros, son tantas las funciones que la evolución ha encargado al cerebro, que ni el más experto de los cirujanos puede actuar sobre ciertas patologías: las enfermedades mentales que no tienen un sustrato anatómico. Es aquí donde entra otra magna especialidad médica: la psiquiatría. ¿Quiere eso decir que los psiquiatras son la cúspide de la medicina? No, aunque, stricto sensu, así podrían ser considerados (conozco a uno que ni lo duda). Lo que quiero decir son dos cosas, aunque obvias: que los enfermos mentales son tan enfermos como los del corazón, ¿o no?; y que sus sanadores son "primus inter pares", cuando menos. (Esto se entiende mejor cuando se tiene un enfermo mental en la familia.)

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