Ir al contenido principal

AQUELLOS VEINTINUEVE SEGUNDOS (publicado el 22-8-21)

AQUELLOS VEINTINUEVE SEGUNDOS Agapito Gómez de la Villa En estos días, el personal en general, la oposición mayormente, no han hecho otra cosa que preguntarse por qué Pedro Sánchez ha tardado en dar la cara sobre lo de Afganistán: crisis bélica, política, humana, de consecuencias imprevisibles. Sin ir más lejos, anteayer este periódico titulaba "Sánchez reaparece en medio de la avalancha de críticas por su silencio". Ayer, más de lo mismo en periódico de la capital: "Sánchez aprovecha la cumbre de la Unión Europea para sacudirse las críticas". No es para menos. Mañana, cuando este escrito vea la luz, ya se habrá celebrado dicha cumbre, en la que todo el mundo habrá escuchado, "la bouche ouverte" (haber estudiado francés), a nuestro valorado presidente. No sabemos si en dicha reunión se descubrirá o no el pastel, o sea, la tardanza de Pedro en decir su palabra. Pues bien, se descubra o no, este humilde columnista está en condiciones de hacerlo. Ahora mismo. Tal que decía el viernes este periódico, dieciséis son los afganos censados actualmente en Extremadura. Pues bien, uno de ellos, con el que mantengo amistad, tiempo ha (las razones no vienen al caso), es el que me tiene al tanto de todo lo relacionado con su convulso e indómito país. ¿Se acuerdan ustedes de aquellos escasos treinta segundos en los que Pedro Sánchez caminó junto a Joe Biden, cuchicheándole algo al oído, y que fue el hazmerreír de todos los medios? Ahí está el quid: "Saque usted las tropas de Afganistán, que aquello es una ratonera incontrolable". ¿Y cómo se ha sabido eso? Muy sencillo: mis paisanos afganos leyeron los labios del presidente español. ¡Pero cómo: si llevaba la mascarilla puesta! Para vosotros los occidentales eso es imposible, pero para mis compatriotas es una cosa corriente: llevan toda la vida leyendo los labios de las mujeres a través del burka. ¡Ahora me lo explico! Sí, por eso los jefes talibanes están muy preocupados por lo que pueda decir ahora Pedro Sánchez: tienen miedo de que ante la terrible situación actual, le diga a Biden que dé marcha atrás. Ustedes los españoles no saben que, por ahí fuera, al presidente Sánchez se le considera un gran estadístico. Estadista querrás decir. Eso. ¿Entienden ahora, amables lectores, la tarda aparición de Pedro Sánchez? Está/estaba asustado, con jota, por la que se puede armar cuando el mundo se entere de que fue su consejo al anciano Biden el desencadenante último del tsunami talibán de represión y burkas. Pues ya lo saben (lo de 'olvidarse' de España en la lista de países que han colaborado en la evacuación, es una burda argucia). Y quiero decirle otra cosa, don Agapito. Ha caído muy mal entre los líderes talibanes el titular de un periódico de aquí: "El clamor desde Extremadura por las mujeres afganas". En mi país se está muy pendiente de todo lo que viene de estas tierras que fueron moras tantos siglos, y por eso ha dolido tanto lo de las feministas. No me extraña, Abdul.

Entradas populares de este blog

MUFACE Y LA MINISTRA IGNORANTE

Me lo dijo mi dilecto amigo, Manuel Encinas, más de cuatro décadas ya: “Abre la consulta”. Y como el consejo venía de una persona que tenía muchos dedos mentales de frente, abrí la consulta. Total, que toda la vida he trabajado para la seguridad social y para MUFACE, el funcionariado, mayormente de la docencia. Incluso me dio tiempo de ser médico de la institución penitenciaria, diez años. O sea, que conozco el paño como el primero. Por eso, cuando el otro día leí que la ministra de sanidad mostraba su decepción por la continuidad de MUFACE, me dije para mí: “Esta mujer no sabe lo que dice”. Nadie discute que el sistema nacional de salud, la seguridad social de toda la vida, es de lo mejorcito que hay por esos mundos de Dios: gracias al sistema MIR, claro, que no es otro el secreto. Pero no es menos cierto que, teniendo como tiene el funcionariado la posibilidad de elegir entre el sistema nacional y el de MUFACE, al iniciar su andadura profesional, y una vez al año para cambiars...

Dos soles y cuatro lunas

  Pasado mañana, a las doce en punto de la noche, despediremos un año, y un instante después, estrenaremos uno nuevo. Y la Tierra, que es la madre del cordero, sin enterarse de la misa la media. ¿Por qué digo esto? Hombre, está muy claro. ¿Qué es un año? Un año, lo saben muy bien los niños, es el tiempo que pasa entre los regalos de un cumple y los del cumple siguiente. Aniversarios infantiles aparte, un año, como es sabido, es una medida astronómica: el tiempo que la Tierra tarda en completar una vuelta alrededor del Sol, a la módica velocidad de 108.000 km por hora, con lo que dónde coños estaremos cuando acabe de escribir esta columna. (Si a eso le añadimos que el Sol se está moviendo a una velocidad infernal, en derredor del centro de la galaxia, la Vía Láctea, y que nuestra galaxia se aleja como un rayo de las galaxias vecinas, ya tenemos el lío montado. Ah, se me olvidaba decir que la Tierra también gira sobre sí misma. Con todo ese jaleo de movimientos, no me extraña nad...

DE LOS ALERTEROS Y LOS POLÍTICOS

Se han pasado el verano acojonando al personal con alertas por la caló (les gusta más una alerta roja que a un tonto una tiza), y para una vez que han podido lucirse, la DANA valenciana, ha pasado como en el cuento del lobo. Me refiero a los saltimbanquis/as que han convertido una ciencia, la meteorología, en un espectáculo circense, que lo único que les falta es comenzar sus intervenciones como aquellos genios que hubo: “¿Cómo están ustedeeees?” Tendrían que aprender del profesor Jorge Olcina (COPE) y de José Miguel Viñas (Rne), o de Mario Picazo, físicos todos, unos señores que tratan la meteorología con un rigor y una seriedad que da gusto, no como esa pandilla de histriones/as, ya digo, que parece que fueran ellos los hacedores del clima. Así les ha lucido el pelo con la “DANA más catastrófica del siglo”, que es como titulan ‘los otros’ a todas horas, tal que si estuviéramos ya en el 2099. Dice José Antonio Maldonado, físico también, que no entiende por qué se tard...