Al discurso navideño del rey le pasa lo mismo que a los programas de variedades que esa misma noche y similares nos echan por los miles de cadenas televisoras: que están grabados y bien cocinados con exagerada antelación, que por los sudores de algunos artistas, parecen hechos en pleno verano. Sólo así se explica que uno de estos años pasados viéramos a la ínclita Isabel, qué Isabel va a ser, moviendo la bata de cola en diez o doce canales a la misma hora. Ustedes perdonen, pero dada la situación actual de la cantaora (lo de tonadillera me parece una humillación, propia del analfabetismo de periodistas analfabetos), no puedo dejar de escribir eso tan bonito: “Sit transit gloria mundi”. Tres cuartos de lo mismo podríamos decir sobre el jurásico Raphael, siempre con su “Pequeño tamborilero” a cuestas, que creyéramos de su exclusiva propiedad, y resulta que se trata de un villancico que ya cantasen en su día, siglos ha, figuras como Frank Sinatra y Bob Dylan: “Little drummer bo...
Artículos de opinión publicados por Agapito Gómez Villa