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Mostrando entradas de 2025

EL APLAUSO DE 'CLEOPATIA'

En su día, lejano ya, le dediqué un escrito al asunto, centrando la cosa en la señora Cospedal, sí hombre, sí: aquella mujer tan alta, tan guapa, tan elegante, que fuera casi todo en tiempos de Mariano. Pueden comprobarlo en las hemerotecas: aquella señora era tan comedida a la hora de aplaudir, que daba una palmada cada cinco segundos, como mucho: manos como de ave volando en paz. Pero con una fuerza y un entusiasmo indescriptible: por su ausencia. Yo creo que tamaña languidez expresiva no era sólo por su manera de ser, sino que, “creyéndose” una reina (no era para menos), lo hacía así para parecerse a la reina verdadera, doña Sofía, la persona que se ha dejado el alma en cada aplauso. Aquí, entre nosotros, a mí me aplaude doña Sofía como solía, y no me ando con chiquitas: “Señora, muchas gracias, pero mejor que se ahorre el esfuerzo”. Leído lo anterior, cualquiera podría colegir que esa forma de aplaudir es privativa de ciertas señoras. Pues nada de eso. El otro día, el p...

EN HOMENAJE A PABLO GUERRERO

Medio siglo bien corrido ha pasado desde aquella noche que asistiésemos a la actuación de un jovencísimo Pablo Guerrero en el Gran Teatro de Cáceres (he escrito homenaje en el título para decir un motivo para decir que hoy lo que se lleva es un insoportable anglicismo, “tributo”, como si no fuese suficiente con los que pagamos a Hacienda). Aquel lejano encuentro lo he puesto en plural porque tal acontecimiento -fue un acontecimiento- me quedaría asociado para siempre a los cuatro amigos que, una vez acabado el acto, nos topásemos con el cantautor en el Paseo de Cánovas, que siempre será el Paseo de Cánovas: en mi vida he visto a nadie llamarlo Paseo de Calvo Sotelo. No recuerdo bien si por entonces -no voy a levantarme ahora a mirarlo, que dijera Umbral- ya había sido compuesta su emblemática canción (icónica dice a todas horas la juventud periodística), que, por esas cosas que nadie conoce, se convertiría en el himno de la transición, “A cántaros”, claro es, toda de inolvidab...

ESCRIBIR COMO UN HOMBRE

La otra noche, en cuanto apareció Amenábar en “El Hormigonero” (permítanme la licencia), uno sabía que saldría a relucir la sospechada homosexualidad de Cervantes, según el director de “El Cautivo”. Pues bien, de inmediato se me vinieron a las mientes una catarata de ideas en relación con el controvertido asunto. Vamos a ello. Lo primero, lo de Dorothy Parker, aquella ingeniosa y admirada lengua malvada, que fuera la reina de una piara de intelectuales, periodistas y actores neoyorquinos: “Querido Dios, concédeme que deje de escribir como una mujer”. Eso era mucho pedir, señorita Parker. En efecto, ninguna mujer, mujer, podrá jamás escribir como un hombre. Y a la viceversa. Lo leí de labios de un brillante estudioso de la condición humana de cuyo nombre no puedo acordarme: “Hay más similitud en la manera de estar, ver, ‘vivir’, concebir el mundo, entre un varón occidental y un ‘salvaje’ de Borneo, que entre un hombre y una mujer de nuestro entorno que trabajan en la misma ofici...

EL PINGANILLO Y EL FILÓSOFO PANDÉMICO

EL PINGANILLO Y EL FILÓSOFO PANDÉMICO Agapito Gómez Villa Sucedió hace tres quinquenios en la llamada Cámara Alta, ese ente inservible que nos cuesta 5.000 millones al año (ni con mayoría absoluta de la oposición sirve para mojarle la oreja a Sánchez), cuando José Montilla, andaluz de Iznájar, Cordoba, presidente a la sazón de la Generalidad de Cataluña, perdón, Catalunya, se dirigió a la concurrencia en un ‘perfecto’ catalán (malas lenguas dicen que cuando tiene que escribir algo en público, le pasan antes una chuleta). Entre los senadores, Manuel Chaves, andaluz de Sevilla nacido en Ceuta, escuchaba atento, pinganillo mediante, a su paisano José. Aquel día me dije: están locos. Amable lector: “Demuéstrame que no tengo razón”, que decía el joven americano recién asesinado. Que un sevillano se viera obligado a usar un auricular para entender a un cordobés (16 años tenía cuando su familia emigró a Cataluña), es muy fuerte. Ni que decir tiene que ...

¡QUIETO TODO EL MUNDO!

¿Cuántas veces hemos oído esas palabras en boca de la pistola de Tejero? Cientos, miles, millones. Fueron grabadas por las cámaras del Congreso, y por las emisoras que estaban transmitiendo el evento. Ni que decir tiene que se graba todo, absolutamente todo: no sólo lo que se dice en la tribuna. En esto que va el otro día Abascal y en tres palabras pone como un poleo a su amigo del alma: “Es usted un corrupto, un traidor y un indecente”. Toma ya amistad. A mí que registren, yo “digo tan solo lo que he visto”, que cantase León Felipe en voz de “Aguaviva”. Al instante, la presidenta de la cámara da la orden de que dichas palabras sean borradas del diario de sesiones. Aquí quería yo llegar. Uno sabe que resulta muy bonita, muy tradicional, muy histórica la imagen de esas dos personas que, desde el centro del ‘hemirruedo’, van escribiendo, con una celeridad estresante, todo lo que se dice desde el estrado. He dicho histórico a propio intento, porque, gracias al diario de sesiones...

UNA OTAN CONTRA LOS INCENDIOS

¿Quién se acuerda ya de los recientes y devastadores incendios? Los damnificados solamente. Y yo. ¿Qué medio de comunicación habla ya de ellos? Ninguno. Sin embargo, las graves consecuencias están ahí y perdurarán durante años. De aquí estas reflexiones. Raro es el verano que no dice el periódico que las llamas están ya a las puertas de Atenas. Pues bien, será por razones culturales (por razones culturales entró Grecia en el euro), será por razones sentimentales -uno ha tenido la la suerte de visitar varias veces los ‘santos’ lugares-, lo cierto y verdad es que cada vez que me topo con la noticia de que los incendios están asediando la acrópolis, ese asombroso tesoro, fruto, si no de la vid, sí del talento del hombre, me llevo un disgusto de tres pares de epiplones, con sus correspondientes transcavidades (a la wikipedia). Total, que cuando llega el gran disgusto, siempre me hago la misma pregunta: ¿cómo es posible que la Unión Europea, el más selecto club que haya sido inve...

HACEDORES DE OLAS

Mientras la inmensa mayoría de los españoles estamos pasando unos días de gloria con estas temperaturas de suavidad paradisíaca, hay, empero, un grupo de ciudadanos que, ¡por las mismas razones!, se encuentran sumidos en la tristeza, el desánimo, la desolación. Me refiero a los informadores del tiempo, que a fuer del protagonismo que se arrogan sobre los fenómenos meteorológicos, han llegado a considerarse los verdaderos ‘hacedores’ del clima: de la última ola de calor, sin ir más lejos. En invierno, ya lo verán, se repetirá la historia: si viniese otra Filomena, se pondrán como niños. Lo de ‘hacedores de olas’ es la paráfrasis de los ‘hacedores de la lluvia’, tan comunes en ciertas culturas: chamanes, sacerdotes, líderes espirituales, que invocan la lluvia con sus danzas y sacrificios rituales. Para que ustedes me entiendan: lo que sucede con los informadores del tiempo es algo parecido a lo del fútbol y sus narradores: hoy es más importante cantar un gol, gol, gol, gol, gol, g...

UN PACTO PARA APAGAR EL PASTO

Como me lo cuentan, se lo cuento. Sucedió en las inmediaciones de mi pueblo, el Casar, apagando que estaban el incendio los profesionales, en presencia de algunas decenas de testigos. Fue el caso que cierto paisano, propietario de tierras colindantes (lo acabo de llamar para que me dé pelos y señales del hecho), viendo cómo ardía una llamita, dada por extinguida, se acercó y la apagó, al tiempo que echaba tierra sobre unas cagalutas humeantes. En esto que se le acerca un agente de la autoridad: “Qué está usted haciendo”. “Estaba apagando unas llamas y enterrando unas cagalutas que estaban echando humo”. “Usted no tiene que hacer nada. Así que retírese”. Si no lo veo, no lo creo. El otro caso aconteció cuando ya el horrendo incendio de la Jarilla iba campando a sus anchas, maldita sea: se les fue de las manos cuando ya lo creían dominado, alturas de Casas del Monte, que lo veía yo desde la ventana, que no hice otra cosa aquel día y aquella noche. Desde la playa: “Que estoy vie...

NERÓN EN EXTREMADURA

NERÓN EN EXTREMADURA Agapito Gómez Villa Mientras escribo, no dejan de sobrevolarme avionetas y helicópteros cargados hasta las trancas de agua que muy pronto derramarán sobre las llamas del histórico incendio de Jarilla, en las proximidades de Casas del Monte. Le he llamado histórico porque me extraña mucho que los medios (los de la prensa, no los aéreos) todavía no lo hayan dicho. Lo acabarán diciendo: los viejos del lugar no recuerdan nada igual. Si no se tratase de una situación dramática, sería para sentirse orgulloso de tamaño despliegue de máquinas y hombres. En fin, que contemplando la otra noche el imponente espectáculo del avance de las llamas, pensé en lo que hubiese gozado Peter Ustinov, con aquella cara de imbécil que le obligaron a poner para parecerse a Nerón, y aquella voz de idiota con la que doblaron al español su cretinismo, si hubiese visto el espectacular incendio de la sierra que va de Jarilla a Casas del Monte, madrugada del miércoles. Lo...

MINUTO E IMPUTADO

Adolfo Bioy Casares no sólo era la elegancia convertida en persona, sino que, además de cenar mano a mano con Borges durante más de treinta años, también sabía escribir: lo suficiente para obtener el Premio Cervantes. Era tan elegante que miraba con cierto desdén elitista a los escritores comprometidos, porque, según su opinión, los políticos desprecian y desechan a estos intelectuales y escritores cuando ya no los necesitan. A lo que se ve, los llamados intelectuales nunca sacan nada bueno de los políticos: a Borges le costó el premio Nobel el estrechar alguna mano manchada de sangre. Me ha venido a las mientes el recuerdo de Bioy, al ver a ‘el pareja’ de la presidenta de Madrid (soy ‘el pareja’ de Fulanita me dijo uno), de viaje ambos por tierras americanas del norte. Resulta que una noche, al encender la televisión, apareció, sin saber por qué, ¡ahora me acuerdo!: porque al mediodía me gustaba ver a Ferreras entusiasmado con todas las acciones de los ángeles del gobierno y ...

QUÉ PESADILLAS

Maldita sea. Varios años llevaba durmiendo como un niño y mira tú por donde, a causa del atajo de falsificadores que nos rodean (Extremadura no se ha librado), he vuelto a sufrir las horribles pesadillas que de vez en cuando me asaltaron durante toda la andadura profesional. Ustedes no se imaginan el sufrimiento de saber que estabas ejerciendo la medicina sin tener aprobada alguna asignatura. Menos mal que la pesadilla iba seguida de una inmensa alegría: la que producía comprobar que todo había sido un mal sueño. Hasta tal punto llegaba la cosa, que en alguna ocasión estuve tentado de levantarme a buscar el expediente académico para comprobar que todo estaba en regla. Pues bien, como les iba diciendo, desde hace unas fechas, han vuelto las angustias nocturnas. Y todo por culpa de los desvergonzados que en su día no tuvieron empacho en presentar un título académico falsificado, que hasta Yolanda la ‘Demóstenas’ (qué noches nos hubiera dado, en sustitución ...

LÍNEAS PARALELAS

Lo aprendimos en la escuela: “Líneas paralelas son aquéllas que por mucho que se prolonguen nunca se encuentran”. Eso es lo que le pasa al personal mayoritario -mayoritario he dicho- y a los millones de indocumentados que se dedican a la cosa de la política (son millones, cuéntenlos): que cada uno va por su camino. Lo de indocumentados se decía mucho en mis tiempos para definir a un don nadie: “Ése es un indocumentado”. Cela, el gran Cela, los llamaba de otra manera: “Los políticos son personajes de tercera”. Digan lo que digan los opinadores profesionales (otros que tal bailan: les parece que la ciudadanía no hace otra cosa que estar pendiente de lo que dicen), les iba diciendo que la inmensa mayoría de los mortales, ustedes perdonen, van por su línea y los actores de la política por la suya, de modo y manera que excepcionalmente se encuentran: el día de las elecciones, y pare usted de contar. ¿Cómo se explica, si no, que mientras los políticos están permanentemente enfrascados...

LA UNIVERSIDAD Y MIS DISGUSTOS

Últimamente, de la Universidad sólo recibo buenas noticias. Yo creo que las autoridades docentes tienen que haberse enterado de los disgustos que me habían dado recién. Siguiendo a Terencio, nada que se refiera a la misma me es ajeno, tan alto es el concepto que tengo de la institución (por eso la escribo con mayúscula). Hablando de disgustos, nunca me cupo en la cabeza que hiciesen encargada de una cátedra a mi ‘prima’ Begoña, y mira que los Gómez somos una piña. Es que mi parienta no había pisado un recinto universitario en su vida. A mi hermano Pedro y a mí nos tuvo siempre mucha envidia: “de padres analfabetos, encima”, nos decía. >, le contestábamos. El otro disgusto, más gordo aún, fue lo de Pablo. En efecto, lo de Pablo es para echarle de comer aparte: sólo con imaginármelo de profesor de la Universidad, se me revuelven las tripas. Parto de la base de que, sin saber por qué, hay individuos que no te entran ni con un cachito de pan (lo del cachito de pan se lo dijo al ...

UN NUEVO COJO MANTECA

“Prefiero la injusticia al desorden”, dijo el más grande e influyente escritor/pensador alemán de todo los tiempos, Goethe. Pues mira tú por dónde, a este particular, que tiene poco de germano (me tomaron por un jefe turco en Copenhague, tengo testigos, tres), le pasa exactamente igual que al mentado polímata (al diccionario). Tendría yo como diez años cuando plantaron unos aprendices de árboles en el paseo de mi pueblo. Al día siguiente, aparecieron todos tronchados. Aquello me afectó tanto, que lo recuerdo como uno de los primeros disgustos de mi vida. Semejante fechoría no me cabía en la cabeza. He dicho uno de los primeros disgustos porque no sé si aconteció poco antes o poco después de otro hecho vergonzoso: unos muchachos de mi edad burlándose de un pobre anciano. Lo de los árboles muertos se repetiría siglos después en un paseo de Cáceres: los tiernos tallos también aparecerían tronchados en su totalidad. Tiempos en los que yo era médico de la prisión de los jóv...

OBJETOS TÓXICOS

El concepto de “persona tóxica”, ésas que envenenan cualquier entorno, pasó al acervo popular gracias a un libro, “Gente tóxica”, de un psicólogo argentino, cómo no: los argentinos se han dado siempre muy buena maña para estas cosas, que hasta lo recoge Sabina en una de las suyas, toda de gracia e ingenio: “Naricillas de saldo, tabiques de platino/ Y un psicólogo argentino marcándote el camino”. No creo que haga falta insistir en el significado de esas palabras. Baste decir que Pilar Valera, expeditiva psicóloga, dijo un día que a las “personas tóxicas” hay que quitárselas de encima cuanto antes: “a capotazos”, en expresión de mi madre. Lo contrario de la “gente tóxica” son las llamadas “personas vitamina”, que dice a todas horas Marian Rojas, la joven y vitamínica psiquiatra, hija y nieta de psiquiatras: de casta le viene a la moza. Pues bien, siguiendo por esa senda, a este particular se le ocurrió un día la siguiente ocurrencia, a saber: del mismo modo que existen pers...

BUDA Y SABINA

El domingo pasado hablé de la presentación en sociedad de “Los grandes proyectos de desarrollo de Extremadura”, entre los cuales tuvo su espacio el Buda cacereño, como potente motor turístico de la ciudad, supongo. En el acto salieron a relucir, claro es, las muchas dificultades que estaban teniendo los nepalíes para llevar a cabo sus pretensiones. Y es aquí cuando el ponente se preguntó que qué rayos nos pasa a los extremeños, que en cuanto una innovación aparece en lontananza, surgen de inmediato los antagonistas, con sus contaminaciones: ideológicas o de las otras. En lo que al Buda respecta, parece ser que los seguidores de esa “religión sin dios” contaminan una enormidad: lo dejan todo perdido de átomos budistas, muy radiactivos al parecer. Pues mira tú por dónde, justo una semana después aparece en el periódico lo que uno ya venía barruntando: la muerte del proyecto budista. Ante las inasumibles pretensiones económicas de los dueños de la última ubicación elegida, los nepalí...

VUELO E9770

“Señoras y señores: los pasajeros del vuelo E9770 con destino a Badajoz pueden embarcar por la puerta 3”, dijo una voz femenina en un correcto español, impregnado de la prosodia búlgara. Nos encontrábamos en el aeropuerto de Burgas, lugar en donde habíamos aterrizado una semana antes, en vuelo directo desde Talavera la Real, primer motivo de asombro: ¡Badajoz-Bulgaria! Uno sabía, claro es, que el viaje de vuelta sería a la inversa. A pesar de lo cual no dejé de sorprenderme cuando escuché a la señorita dar el aviso por los altoparlantes, que así dicen nuestros hermanos de Hispanoamérica. ¡Con destino a Badajoz! Si no lo veo, no lo creo. El viaje, precioso, gracias. La mitad de la belleza del paisaje la pone el que mira, pero yo no me conformo con esa cantidad: saco pan de cualquier piedra. Me gusta más conocer otras tierras, otras culturas, otras formas de vida, que a un tonto una tiza. (El evento viajero es de los auspiciados por la Junta de Extremadura, pero no lo voy a refe...

EL PEUGEOT DE PEDRO SÁNCHEZ

Dice el refrán popular: “Dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma opinión”. Don Víctor Gerardo, mi maestro de las humanidades, cuando ya de mayor fuera mi paciente, llevó la cosa más lejos: “Agapito, hijo: dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma tensión”, me decía. Su mujer y él tenían siempre las mismas cifras. Pero no podía quedar ahí la cosa. Este particular ha llegado un poco más allá: “Los que viajan en el mismo Peugeot, se vuelven de la misma condición”. En efecto, es que anda por ahí una foto que bien pudiera ser considerada como emblemática de la convulsión política del momento, vamos, lo que el periodismo juvenil llamaría una foto icónica, que, según se ve, hoy todo es icónico. En la foto en cuestión, campaña de las primarias socialistas, aparecen los cuatro jinetes del apocalipsis, muy sonrientes: Ábalos al volante del Peugeot, Pedro Sánchez de copiloto, y en los asientos traseros, Koldo y Santos Cerdán, casi nadie al aparato. ¿Q...

CUÁNDO SE DARÁN CUENTA

Así acababa el año pasado la glosa de la fiesta de este periódico, que tuviera lugar en una de las más portentosas catedrales de la cultura, el Museo Romano de Mérida: “Cuándo se darán cuenta las autoridades de que los protagonistas de ese día son los galardonados y no ellos”. Pues nada: vuelta la burra al trigo, también este año, aunque el trigo engullido esta vez ha sido más escaso. Miércoles, 4 de los corrientes, Plasencia (la adoro), iglesia de Santo Domingo, precioso y desacralizado templo, ceremonia de los “Extremeños de HOY”. Premiados: La Chinata, Javier Sánchez Medina, Esther Cubo y Emilio de Justo: una ejemplar empresa, un celebrado artista, una eminente neuróloga y un torero de primera, de los que juegan la Champion’s taurina. En fin, que una vez finalizado el acto ‘institucional’, luego de una larga caminata de diez o doce metros, llegamos al lugar del festejo: el imponente Parador, el mejor de España, según cuentan dueñas. En esto que me doy de manos a bocas con ...

UN VAR PARA LOS POLÍTICOS

Son tantas las aportaciones que he hecho desde estas páginas a la vida política y no política de España en general (como esos furgones donde reza “pintura en general”) y de Extremadura en particular, que ya he perdido la cuenta. Pues bien, dado el grado de degradación, me gusta la aliteración, que estamos viviendo, que raro es el día que no estalla algún escándalo en los aledaños de gobierno, cuando no en los interiores del mismo (los audios y whatshapp no tienen vuelta de hoja, con UCO o sin ella), ha llegado el momento de decirles que, una vez más, he dado con la solución a tanto desmán: el VAR político. Ni que decir tiene que la situación de degeneración, degradación, descomposición, putrefacción, pudrición, crispación, provocada por el ‘españolón politikon’ (zoon politikon, Aristóteles) no es nueva, que viene de la noche de los tiempos. En efecto: raro es el gobernante que, en estando más de una semana en el sillón, no se ha llevado por delante la ‘Contitusión’, que dic...

BADAJOZ: LA VENGANZA

Con permiso de Alfredo Brice Echenique, aquel peruano ingenioso y tramposillo, antes de empezar a hablar, me gustaría dirigirles unas palabras, de Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira…”. Vamos, que todo depende del cristal político con que se mira. Si lo sabré yo, que en mi juventud todo lo que hacía Felipe González me parecía de perlas (“como mi Felipe, pa mí que no hay dos”, canta Sabina, ese genio). Ítem más: los tíos del “sindicato del crimen”, creación de Rubalcaba para denostar a la prensa crítica (¡igualito que ahora!), me parecían todos unos ‘lindos sinvergüenzas’ (mi madre dixit), Cela incluido, que por entonces escribía en un periódico. A tal punto llegaba la cosa, que los votantes de la derecha me parecían unos extraterrestres. Como se lo cuento. En resumen, que este artículo, como todos los que llevan unas gotas de la actualidad política, será visto de muy distinta manera, según sean los anteojos ideológicos del lector. Un ejemplo: el otro día,...

CUANDO YO SEA PRESIDENTE

El pasaje que sigue figura en un vetusto manuscrito encontrado por mí en un Mar Muerto cualquiera: “Dijo Yavhé en el Sinaí: ¡Ay de aquel que cobrare por su trabajo más que los médicos. Más le valiera no haber nacido”. Sí, ya sé que cuando se escribió mi ‘Antiguo Testamento’ no había euros. De acuerdo. Pero tampoco se había inventado el metro (París, 1792) cuando se escribieron los Evangelios, y sin embargo el otro día el señor cura leyó lo que sigue: “cuando la barca de los apóstoles se encontraba a cien metros de la orilla…”. Así que váyase lo uno por otro. A cuento de qué viene todo este preámbulo. Ahora mismo se lo cuento. Tengo escrito en estas páginas (Umbral dixit) que el día que yo sea presidente del Gobierno, sin Ábalos ni Koldos, pondré en marcha una revolución que ríanse ustedes de la francesa, la rusa, la china, la cubana, etc., todas de sangre y muerte; una revolución que cambiará la faz de España, lo que quede de España, en tan sólo una generación. Hela aquí, r...

EL MISIONERO MATEMÁTICO

Días previos a la fumarola blanca, lo dijo Juan José Millás, ocurrente escritor: “El nuevo Papa nos dará unas horas de mucha teatralidad, luego volveremos a lo de siempre”. O sea, como toda la vida de Dios. ¿O no? Salvo para los que ‘trabajan en la empresa’, claro. Todos mis respetos, muchos, para ellos y para la empresa, la mejor que ha dado la historia, a la que le perdono su enfermiza obsesión por las cosas de la entrepiernas, de los adultos, claro; como si no hubiese habido otros pecados más jóvenes y graves, ay. Dentro de unos días, ya digo, León XIV desaparecerá del primer plano (como la dana, como el apagón, como la guerra de Ucrania, como la de Gaza, como la…) y su figura quedará de fondo en nuestras vidas, que ojalá no fuese así, y sus influencias sirvieran para arreglar, o mitigar al menos, las tragedias más gordas que tanto sufrimiento cotidiano dejan a su paso, producto de la insensatez inherente a la condición humana, consecuencia a su vez de la coexistencia en el mism...

SE FUE LA LUZ

En cuanto retumbaba el primer trueno, se iba la luz: tímida bombilla, decimonónica y única que pendía del centro del zaguán de la casa que compartíamos dos familias, y que se encendía y se apagaba con el alumbrado de la calle. Así que nos quedábamos sin poder escuchar los discos dedicados en el ‘arradio’, qué ‘arradio’ ni qué leches, si no teníamos: el primero lo compramos de segunda mano por mil pesetas, cuando yo andaba por los dieciséis. Menos mal que al menos el teléfono seguía funcionando, qué teléfono, si en casa de mis padres no hubo teléfono hasta los años ochenta. En fin, que aquello era un estropicio en toda regla: sin ‘arradio’, sin teléfono, sin televisión, sin frigorífico, sin internet, sin na. Para mí, lo peor de todo era que, enviciado muy pronto por la lectura, no podía leer las vibrantes biografías que venían en la enciclopedia (las leía todas las noches, no había otro libro), la de José Antonio Primo de Rivera entre otras, que todavía me acuerdo: “jugar también...

L A LUNA Y LA LLUVIA

LA LUNA Y LA LLUVIA Aprovechando el momento: “Muere el papa, muere el rey, muere el duque y hasta el prior de Guadalupe”. A este particular le sucede lo mismo que a cierto personaje de “Crónica de una muerte anunciada”, que vivía fascinado por los fastos de la Iglesia. Y para eso, nada más fastuoso que los funerales papales, los de Francisco, ayer, muerto casi a la misma edad que Vargas Llosa, que tampoco habría sido un mal pontífice, pues que dotes no le faltaban. Por contra, soy incapaz de ver al difunto como ‘pareja’ de Isabel Preysler, desde la laicidad, claro, aunque, dada la trayectoria de la señora, no descarto verla casada con un alto dignatario perteneciente a una de esas religiones (no verdaderas) en las que no es obligado el celibato, vergüenza les podía dar. En fin, que puestos a imaginar, como no me resulta nada difícil imaginarme al papa argentino es de presidente de su país: le gustaba más la política que a un tonto una tiza. Y por ul...

DON MARIO

Varias docenas de escritos como éste, por lo menos, se necesitarían para hacer una semblanza aproximada de Mario Vargas Llosa, el hombre al que todo le salió bien, incluso su derrota en las elecciones a la presidencia de su país. No sabía él dónde se metía: todos los presidentes de Perú acaban desfilando por la cárcel. Estoy seguro de que, dada la encarnadura ética del personaje, Sendero Luminoso se lo habría comido por los pies. Semejante hatajo de abducidos/enloquecidos criminales (más de 30.000 asesinatos en dos décadas) necesitaban enfrente a un Fujimori, es decir, un tío al que no se le pusiera nada por delante, no un Vargas. Salvo su relación, escasa, tormentosa, con su padre, le salió todo tan a pedir de boca a don Mario, que nadie ha podido decir de él lo que un mediocre escritor (no da el nombre M. Vicent) dijera del brillante y elegante Premio Cervantes argentino, Adolfo Bioy Casares, cuando un autobús mató a su hija única en las calles de Buenos Aires: “Ya iba siend...

LA MUJER DEL CÉSAR, Y LA DEL CNIO

Cuenta la leyenda que cierto mozo intentó ligarse a la señora del emperador, hay que tener valor. Pues bien, a pesar de que el muchacho sería absuelto, César se divorció de Pompeya: “Mi mujer tiene que estar fuera de toda sospecha”. De ahí viene el célebre dicho: “La mujer del César, además de honrada, tiene que parecerlo”. Ya sé que todo el mundo está pensando en Pedro y Sánchez y en mi ‘prima’ Begoña (nosotros los Gómez es que somos muchos y, claro es, tenemos de to), a la que sospechas no le faltan, que raro es el día que no le aparece alguna: por haberse juntado con los Hidalgos, Aldamas, Ábalos, y Koldos, con sus furgonetas cargadas de izas, rabizas y colipoterras. Vamos, lo mejorcito de cada casa. De haberse parecido al otro, nuestro ‘César’ llevaría divorciado varios trienios, si no estuviera tan enamorado, claro (¡lo dijo él mismo!). Pues no señor, no van por ahí los tiros, sino por otra mujer cuyo cargo exigía no sólo ser honrada: la directora del CNIO. Dic...

OTAN NO, BASES FUERA

Todo el mundo habla del “show de Truman”, perdón, de Trump, también conocido como “El Niño de los Aranceles”. Por lo tanto, a mí me toca escribir de otra cosa. Otra cosa a la que le ha dado también un buen meneo el patrón de los botarates enriquecidos: la OTAN. Ah, qué tiempos aquellos cuando raro era el domingo en que la intelectualidad rampante, la de izquierdas, claro (no se puede ser intelectual y de derechas), se echaba a la calle tras una pancarta kilométrica en la que rezaba: OTAN NO, BASES FUERA. Y yo, izquierdista hasta las trancas, guerrista-felipista, incapaz de encontrarle ni una pizca de razón al lema. Mas no sólo socialista convicto y confeso (sin carnet), sino mucho más que eso: umbralista hasta el tuétano. No me digan que no era un desgarro lo mío: leer de rodillas la columna de Umbral y no sentir animadversión alguna hacia el invento. Cómo iba a estar en contra de la OTAN, si al otro lado estaba el Pacto de Varsovia, o sea, el comunismo, fuente de toda miseria,...

EL LIBRO DE BRETÓN

No ha muchos años, un perro, de esos que dan miedo con su sola presencia, acabó con la vida de un niño. ¿Existe culpabilidad en la conducta de un perro? No, que uno sepa. No obstante, el animal en cuestión sería sacrificado. Algún tiempo antes, un padre llamado José Bretón, con el fin de inferirle el más cruel de los sufrimientos a su esposa, mata a sus propios hijos, de dos y seis años. No conforme con ello, para hacer desaparecer los restos, los mete en un horno hasta calcinarlos, de tal manera que se necesitó la peritación forense para demostrar que aquellos huesos pertenecían a los niños. Imposible una conducta más macabra, más horrenda, más abominable. ¿Hubo culpabilidad en la conducta del padre? Toda la del mundo. Pues bien, el perro, sin culpa alguna, fue sacrificado, mientras que el padre incalificable, sigue vivo. ¿Cómo es esto posible? Porque la pena de muerte está prohibida para las personas; no dice nada de los animales. A...

LOS MENAS

Llueve a manta de Dios, llueve como cuando yo era niño, que había semanas en que mi padre no podía salir al campo a arrancar la carga de escobas, 20 pesetas le pagaban en la tahona, porque el burro Porra se atascaba en el barro hasta los corvejones, que no sé ni cómo pudo llegar a los 93, mi padre, con lo mal que se llevaba con el Señor, a juzgar por la cantidad de alabanzas que echaba por aquella boca. Bien podría, por tanto, escribir sobre la lluvia, esa bendición del cielo, pero no pienso hacerlo hasta que las fuentes campestres de mi infancia vuelvan a manar durante todo el año, inacabables veranos incluidos, claro, aquellas fuentes que brotaban en el sitio menos esperado, provistas que estaban todas de un jarro de metal ‘reluciente’, cubiertas la mayoría por una bovedita de piedras, que de eso se encargaban los pastores en sus interminables horas al cuidado de tan aplaciente ganado. Lo dicho, que no pienso hablar de la lluvia. Ni tampoco del frío -qué frío ni qué leches-, h...

EL PENALTI

Si no lo veo, no lo creo. Minutos después del ‘histórico’ suceso -golpecito sutil al balón, pie izquierdo, antes de lanzarlo con el derecho, seguido de la anulación del gol-, el ABC digital se atrevió a poner negro sobre blanco algo que algunos veníamos afirmando, tiempo ha: “Dios es del Madrid” (sic). Yo dejé de decirlo el día que echaron el cerrojo al Bernabéu para los eventos musicales, a causa del ruido enloquecedor en el entorno. Si Dios hubiera sido del Madrid, no habría consentido semejante desgracia, pensé. Pero no me disgusté. No me disgusté, porque la última vez que estuve en el mítico estadio, juré no volver hasta que no se muriese, es un decir, el encargado de la megafonía. Qué necesidad hay de romperle los tímpanos al personal a la hora de dar las alineaciones. En mi vida he visto nada más estridente, hiriente, doliente, sí, duelen los oídos. Cuando se suscitó el cierre musical del recinto, me dije: si te revientan los oídos en un partido, qué será aguantar dos hora...

VICENT Y YO, CON PERDÓN

Dijo una vez Manuel Vicent que por menos de 200.000 pesetas no levantaba ni una persiana. Se refería al valor de sus columnas periodísticas. De Vicent lo leo todo, bueno, más que leerlo, me lo bebo directamente (algún libro me lo he inyectado en vena). Digo yo que no debo de andar muy desencaminado en mi afición ‘vicentina’, cuando el escritor fue descubierto nada menos que por un tal Camilo José Cela (“patriarca de los prosistas en castellano”, según Pániker), cumpliéndose así el aserto de Jenófanes: “Para descubrir a un genio es preciso ser genio”. Me gusta tanto la prosa de Manuel Vicent, ingeniosa, sencilla, luminosa, que no me importa nada que, llevado por su sesgo comunista (aunque nunca perteneciese al partido), me mienta como un bellaco: afirma en uno de sus libros que Aznar (al que nunca pudo ver ni en pintura) mandó soldados a la guerra del Golfo (Bush hijo), cuando el que sí lo hizo fue Felipe González (Bush padre). Los de Josemari no salieron del barco-hospital. En ...

¡ADIÓS, GUAPO!

Lo conté en su día a tenor de lo de Rubiales y Jessi: si aquello hubiese sucedido en tiempos de Franco, personaje predilecto de Pedro Sánchez, dicho sea entre paréntesis, el del ‘piquito’ no se hubiera librado del talego. (Perdonen tan vanguardista jerga; es que me queda de cuando anduve de médico de la prisión de jóvenes de Cáceres.) Por entonces, lo de Rubiales no habría quedado en 11.000 euros. Ni loco. “Por un beso que le di en el puerto, me encuentro metido en esta prisión”, cantaba Manolo Escobar. Pues bien, siendo grave lo del beso rubialesco, no tiene ni punto de comparación con lo que contó el otro día doña Yolanda Díaz: sin venir a cuento, va un periodista y le espeta a la cara un desagradable exabrupto: “Cada día estás más guapa”. “A mí, que soy vicepresidenta del gobierno”. Lo que no acabo de entender es por qué no sé fue directamente a presentar la denuncia. Visto como anda el patio, seguro estoy de que al sinvergüenza del periodista le habrían caído algunos noch...

LA INFILTRADA Y EL MAQUETO

Reñido que estoy con la televisión, esa máquina de arrojar bazofia y propaganda política (sólo la veo cuando echan un buen documental o algo de Berlanga, o por el estilo), fue el caso que el otro día me di de bruces con “La Infiltrada”, película protagonizada por la justamente laureada paisana/pacense Carolina Yuste. En esto que, al día siguiente, hablando que estaban de la cinta en la radio, dice uno que muy merecido el premio de Carolina, pero que podían haber aprovechado para haberle concedido el galardón equivalente a Diego Anido, actor que encarna al terrorista Sergio Polo. Aquí quería yo llegar. El tal Sergio, autor de varios asesinatos (actualmente en tercer grado penitenciario), es un psicopatón como la copa de un pino piñonero, así que no me extraña nada que matase sin ningún miramiento con esa cara de loco que gastaba, y con más fundamento, teniendo un apellido de raigambre tan vascuence: ¡Polo! Y aquí viene mi pregunta: ¿cómo es posible que un hijo de gallegos...